TORONTO (Reuters/EP) - Nortel Networks informó el lunes una pérdida del segundo trimestre, anunció la salida inmediata de su presidente ejecutivo (CEO) y la reducción de su directorio de nueve a tres miembros, mientras el fabricante de equipos de telecomunicaciones en quiebra se deshace de sus mayores activos.
La salida del presidente ejecutivo Mike Zafirovski era muy esperada desde que Nortel se declaró en bancarrota a comienzos de año.
Los tres directores que se quedarán son John MacNaughton, Jalynn Bennett y David Richardson, quien actuará de presidente de la firma con sede en Toronto.
Aunque todavía no ha sido anunciado el reemplazo de Zafirovski, la compañía buscará la aprobación regulatoria para que su auditor externo Ernst & Young Inc. juegue un papel más importante en la supervisión del negocio.
Asimismo, necesitará la aprobación judicial en Estados Unidos para designar a un "ejecutivo principal", dijo.
Zafirovski se unió a Nortel a fines del 2005 luego de ocupar el puesto de presidente y presidente operativo de Motorola Inc.
Muchos inversionistas y analistas esperaban que lograra lo que no pudo ningún otro ejecutivo antes que él: volver a Nortel una firma consistentemente rentable y estable.
Pero Nortel pidió la protección de acreedores en enero y culpó a la desaceleración económica de impedir sus posibilidades de renovación.
Desde ese momento, comenzó a vender grandes activos, entre ellos un acuerdo reciente de 1.130 millones de dólares para vender sus activos inalámbricos a la sueca Ericsson.
La unidad de empresas de Nortel también está a la venta, para la cual recibió una oferta de 475 millones de dólares de Avaya Inc, aunque aún podrían surgir propuestas más altas.
NUEVA PERDIDA
La compañía reportó el lunes una pérdida del segundo trimestre de 274 millones de dólares, o 55 centavos de dólar por acción, peor que el saldo negativo de 113 millones, o 23 centavos por título, de hace un año.
Sus ingresos trimestrales cayeron un 25 por ciento, a 1.970 millones de dólares, frente a 2.620 millones de dólares en el mismo período del año anterior, "principalmente resultado de la continua crisis económica y la incertidumbre suscitada por los procedimientos de protección de acreedores", agregó.
Además, indicó que su balance de efectivo a fines del semestre era de 2.560 millones de dólares.
Los analistas, en promedio, estimaban una pérdida de 7 centavos por título e ingresos por 2.374 millones de dólares, según Reuters Estimates.
Las pérdidas incluyeron costos de reorganización por 130 millones de dólares ligados a la bancarrota.