Actualizado 10/07/2009 22:51

Nuevas reglas obligarían a bancos México subir reservas

Por Noel Randewich

MEXICO DF (Reuters/EP) - Los bancos en México tendrán que ser más cautelosos al autorizar tarjetas de crédito cuando entren en vigor en unas semanas las nuevas reglas sobre provisiones, que buscan evitar futuras crisis en un sector golpeado por la debilidad del sistema financiero mundial.

Desde el año pasado, las entidades financieras en México han sufrido un deterioro de sus índices de morosidad en tarjetas de crédito, que más que triplican los de su cartera total de préstamos, por el efecto de la crisis financiera y años de agresiva expansión en créditos al consumo y dinero plástico.

Las nuevas normas, que esperan ser aprobadas pronto por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), cambiarían la forma de establecer las provisiones contra el nivel de morosidad -créditos vencidos respecto a la cartera total- en tarjetas de crédito.

El sector bancario mexicano, liderado por el español BBVA y el estadounidense Citigroup, podría tener que incrementar sus reservas en más de 13,600 millones de pesos (1,000 millones de dólares), al tener que anticipar la posibilidad de incumplimientos de pagos, según cálculos gubernamentales.

Las actuales normas determinan las provisiones a partir del historial crediticio de los clientes. La nueva normativa haría establecer las reservas sobre la base de la línea de crédito disponible para los usuarios.

"La mayor parte del impacto de las reservas que van a requerir los bancos es porque antes mirabas al saldo de la tarjeta de crédito y ahora ves a la línea de crédito", dijo Alejandro García, un analista de Fitch Ratings en Monterrey.

La CNBV ha dicho que la regulación pretende prever las pérdidas en un período de 12 meses y que las reservas sean puestas en fondos en México. Actualmente, algunos bancos foráneos constituyen las provisiones en sus casas matrices.

Al cierre de mayo, los bancos tenía una morosidad de un 3.86 por ciento, pero la de la cartera de tarjeta de crédito se incrementó a un 12.61 por ciento en ese mismo mes, desde un 11.74 por ciento en abril.

En este marco, muchos bancos han establecido expectativas más conservadoras de crecimiento de sus carteras de crédito para este año.

SEÑALES DE ALARMA

Junto a BBVA y Citi, propietario del local Banamex, el mercado mexicano está dominado por el español Santander, el local Banorte y el británico HSBC.

Aunque hasta el momento ningún banco se ha declarado en problemas y todo el sistema se mantiene en los renglones más altos de capitalización que establece la regulación local, algunas instituciones ya han dado tibias señales de dificultades.

La semana pasada, Moody's puso en revisión para una posible baja su calificación de fortaleza financiera para la unidad local de HSBC, porque consideró que sus niveles de cartera de consumo vencida eran mayores a los del resto del sistema y su capitalización menos sólida que la de bancos similares.

La morosidad de tarjetas de crédito de HSBC, el quinto banco del país en términos de activos, se elevó casi al 17 por ciento al cierre de mayo, mayor a la del sector en su conjunto.

El director de crédito al consumo de HSBC México, Miguel Huller, dijo el jueves a Reuters que no veía un problema con su cartera de crédito porque sus estándares de reservas son más elevados que la normativa mexicana.

"Traemos niveles de reservas muy conservadores (...) los bancos que se apegaron estrictamente a las reglas mexicanas, sí van a tener mayor impacto", dijo el ejecutivo.

México prevé que su economía se contraiga un 5.5 por ciento en el 2009, ante el impacto de la crisis económica en Estados Unidos, su principal socio comercial.

Pero un experto del sector comentó que la medida de provisiones de crédito podría no ser suficiente para evitar un deterioro de la cartera vencida.

"La cosa para que se pueda resolver (el debilitamiento de la cartera) es un mayor control o mayor estudio en el otorgamiento de las tarjetas de crédito", afirmó.

(1 dólar = 13.56 pesos)

(Con reporte adicional y escrita por Tomás Sarmiento; Editado en español por Ignacio Badal)