Actualizado 23/09/2009 04:02

Obama revisa opciones sobre guerra en Afganistán

Por Adam Entous

WASHINGTON (Reuters/EP) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien enfrenta presiones para adoptar una rápida decisión sobre el envío de más soldados a Afganistán, retrasó la medida por dudas sobre la elección y la legitimidad del Gobierno afgano, dijeron el martes funcionarios.

Mientras un reconocido legislador demócrata advirtió a Obama que no repita una política sin decisiones, la Casa Blanca aún realiza una revisión detallada sobre si su estrategia de guerra aún es eficiente, dados los reportes generalizados de fraude en la elección del mes pasado.

Incluso la mejor estrategia contra la insurgencia "no puede funcionar" sin un Gobierno legítimo, dijo un funcionario de la Casa Blanca, destacando el intenso debate dentro del Gobierno respecto a cómo avanzar en el tema.

El Pentágono había anticipado inicialmente que el principal comandante de la OTAN y de Estados Unidos en Afganistán, el general Stanley McChrystal, presentaría una solicitud por más soldados poco después de entregar su evaluación confidencial sobre el conflicto.

Pero funcionarios de la Casa Blanca y el Pentágono dijeron que las preguntas sobre la legitimidad del Gobierno afgano de Hamid Karzai los han llevado a salirse de un cronograma. La evaluación del aumento de tropas espera ahora a que Obama complete una revisión de su estrategia anti insurgencia.

La estrategia depende de la protección a los civiles afganos, mientras se fortalece rápidamente al Gobierno y las fuerzas de seguridad del país para reducir el respaldo público a los talibanes.

Funcionarios dijeron que la Casa Blanca quiere que el panorama sea más claro antes de tomar una decisión sobre recursos que podrían generar una respuesta negativa dentro del propio Partido Demócrata de Obama, donde reaparecieron las dudas respecto a la guerra en el verano boreal.

Pero un reconocido demócrata advirtió a Obama que es necesario dar a las tropas el respaldo y tiempo que necesiten para triunfar.

"El Gobierno anterior se permitió distraerse de la lucha que se nos impuso en Afganistán al elegir ir a combatir a Irak", sostuvo el presidente de la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Ike Skelton, en una carta dirigida a Obama.

"Creo que eso fue un error estratégico (...) que llevó a una postura inapropiada (...) No podemos permitirnos seguir con esa política", afirmó.

OPCIONES EN LA MESA

Como parte de la revisión, la Casa Blanca sopesa varias opciones, desde aumentar el nivel de soldados estadounidenses en Afganistán hasta incrementar los ataques aéreos contra talibanes y blancos de Al Qaeda en Pakistán, o una combinación de ambos.

McChrystal, quien advirtió en una evaluación confidencial filtrada a los medios el lunes que sin soldados adicionales la misión "probablemente fracasaría", podría enfrentar problemas para convencer al Gobierno sobre su plan.

Obama se ha descrito como un "espectador escéptico" cuando enfrenta el tema de decidir si enviar más tropas a la región.

Actualmente hay más de 100.000 soldados extranjeros en Afganistán combatiendo a una insurgencia que ha tomado el control de partes del sur y este del país, en el que ha sido hasta ahora el año con más muertes entre las tropas de otras naciones desde el comienzo de la guerra en el 2001.

Algunas fuentes gubernamentales y del Congreso señalaron que esperaban que la petición de McChrystal incluyera alrededor de 30.000 nuevos soldados de combate y entrenadores.

Karzai parece ansioso por ignorar las generalizadas acusaciones de fraude en la elección, acelerar el proceso y reclamar la victoria, lo que ha tensado aún más las relaciones con el Gobierno de Obama, dijeron funcionarios.

Un funcionario de defensa de Estados Unidos dijo que las consecuencias de las elecciones son "ciertamente un factor de complicación" a la hora de considerar rápidamente las recomendaciones de McChrystal.

Funcionarios dijeron que la principal pregunta que se repite es si la estrategia contra el terrorismo puede tener éxito si el Gobierno de Karzai no es considerado como legítimo por el pueblo afgano.