Por Gavin Jones
ROMA (Reuters/EP) - La OCDE rebajó el miércoles sus proyecciones para la economía italiana durante este año debido a que los resultados del primer trimestre resultaron más débiles de lo esperado, pero aumentó el panorama para el 2010 en respuesta a los recientes indicios tentativos de recuperación.
En un informe especial para Italia, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) dijo que el Producto Interno Bruto del país caería un 5,3 por ciento este año, en comparación con la estimación previa de un crecimiento negativo de 4,3 por ciento.
Sin embargo, el organismo aumentó su proyección para el próximo año con una estimación de crecimiento del 0,4 por ciento, frente al pronóstico previo de -0,4 por ciento, que habría sido el tercer año consecutivo de contracción económica.
El PIB en la tercera economía de la zona euro cayó un 2,6 por ciento entre enero y marzo, el cuarto trimestre consecutivo de declives, así como la mayor caída en 30 años.
Sin embargo, en las semanas recientes ha habido una mejoría en la confianza empresarial y del consumidor, así como en los sondeos de actividad económica, lo que sugiere que el ritmo del declive se estaría moderando.
En el informe de 150 páginas, la OCDE criticó el soporte financiero de Italia a la industria automotriz, dijo que sus bancos necesitaban recapitalizarce, instó al Gobierno a liberalizar los servicios públicos y dijo que el sistema de educación necesitaba una reforma urgente.
"El apoyo a la industria automotriz arriesga la mala asignación de recursos", dijo el organismo con sede en París.
"La industria automotriz no es de importancia sistémica y (...) es poco probable que dicha ayuda sea el mejor uso para los recursos públicos", agregó.
La OCDE instó al Gobierno a no olvidar la necesidad de una reforma, incluso durante la recesión, citando como prioridad la liberalización de los servicios públicos para aumentar la competitividad y la eficiencia.
Según el organismo, el déficit fiscal de Italia alcanzará un 6 por ciento del PIB en el 2010, cuando la deuda pública será "cercana al 120 por ciento", incluso a pesar de ciertos esfuerzos para la consolidación fiscal.