Actualizado 05/09/2009 22:15

OTAN intenta calmar a afganos tras letal ataque aéreo

Por Mohammad Hamed

YAQOUBI, Afganistán (Reuters/EP) - El comandante de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán viajó el sábado al lugar de un mortal ataque ejecutado por sus fuerzas, buscando calmar la ira que amenaza su estrategia de ganarse la aprobación de los afganos.

Funcionarios afganos dicen que decenas de personas resultaron muertas el viernes, muchos de ellos civiles, cuando un avión de combate de Estados Unidos F-15 llamado por tropas alemanas atacó dos camiones con combustible secuestrados por talibanes.

El incidente fue el primero en el que fuerzas occidentales son acusadas de dar muerte a numerosos civiles desde que el general Stanley McChrystal asumió su cargo en junio y anunció que la protección de los afganos era la pieza central de una nueva estrategia.

En un discurso televisado al pueblo afgano sin precedentes, el general dijo que sus fuerzas ejecutaron el ataque aéreo contra lo que pensaban era un blanco talibán. Prometió hacer público el resultado de una investigación.

"Como comandante de la Fuerza de Asistencia de Seguridad Internacional, nada es más importante que la seguridad y protección del pueblo afgano", recalcó en el discurso grabado y emitido en versiones dobladas a las dos lenguas oficiales, dari y pashtu.

"Me tomo con mucha seriedad estas posibles pérdidas de vidas o lesiones de afganos inocentes", aseguró.

Posteriormente realizó una breve visita al sitio en Kunduz, una provincia norteña que solía ser segura y donde hombres armados han incrementado los ataques tomando el control de las áreas remotas, parte de una insurgencia que ahora se encuentra en su punto más feroz en la guerra que data de ocho años.

La OTAN afirmó que su objetivo eran militantes talibanes que habían secuestrado los camiones, pero reconoció que algunas víctimas hospitalizadas eran civiles.

Las nuevas órdenes dictadas por McChrystal en julio supuestamente reducirían las víctimas civiles mediante pasos adicionales por parte de las tropas antes de abrir fuego, para asegurarse que la gente no armada no se encontrara en peligro.

McChrystal envió a una delegación de funcionarios de la OTAN a reunirse con los familiares de las víctimas, como parte de una misión de investigación.

El área de Kunduz es patrullada por un fuerte contingente alemán de 4.000 efectivos de la OTAN, que tiene vedado por Berlín operar en zonas de combate en otros sitios del país.

REPUDIO

El ataque tuvo lugar un día antes que ministros de Relaciones Exteriores de la UE se reúnan en Estocolmo para discutir formas de aumentar los esfuerzos occidentales dirigidos a estabilizar Afganistán y detener la insurgencia islámica.

Cuando se le consultó qué más podría hacer el bloque para mejorar la situación, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, dijo a periodistas: "Es difícil de decir, pero principalmente trabajar con el pueblo afgano y no bombardearlos".

El ministro de Relaciones exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, llamó al ataque aéreo del viernes en la provincia Kunduz una "catástrofe inaceptable", mientras que la Comisaria de Relaciones Externas de la UE, Benita Fererro-Waldner, dijo que era "una gran tragedia" y que sería investigada.

El Ejército alemán ha confirmado que uno de sus comandantes aprobó el ataque aéreo, y el incidente podría avivar el debate sobre la guerra, impopular en Alemania, tres semanas antes de las elecciones generales.

El gobernador de la provincia de Kunduz, Mohammad Omar, culpó a los vecinos de ayudar a los insurgentes talibanes y dijo que tanto los habitantes de la localidad como los talibanes eran responsables de la pérdida de vidas.

"Los vecinos pagaron un precio por ayudar y cobijar a los insurgentes", dijo Omar a Reuters el sábado. Señaló que el recuento de muertos no había finalizado, y que la investigación seguía en marcha.