Publicado 21/11/2013 21:28

PERFIL-Xiomara Castro busca ser la primera mujer en gobernar Honduras

(Las leyes de Honduras prohíben la publicación de encuestas electorales en los días previos a los comicios. La información referida a ellas es para divulgación fuera del país)

Por Gustavo Palencia

TEGUCIGALPA, 21 nov, 21 Nov. (Reuters/EP) -

- Xiomara Castro entró en la vida política de Honduras empujada por las circunstancias.

En el 2009 dejó las labores protocolares de primera dama para encabezar encendidas protestas contra al golpe de Estado que derrocó a su esposo, el entonces presidente Manuel Zelaya.

Cuatro años después, es una de las candidatas favoritas para las elecciones presidenciales con un discurso de izquierda que reivindica varias de las propuestas de su marido, depuesto cuando se preparaba para hacer una consulta popular sobre una reforma constitucional.

Castro se medirá en una cerrada carrera con el conservador Juan Orlando Hernández. La encuesta más reciente pronosticó un empate técnico entre ellos.

Con el sombrero vaquero blanco que hizo popular Zelaya, Castro asegura que de ganar la presidencia será ella quien tome las riendas y no el hombre con el que se casó a los 17 años, que actuaría como un asesor cercano.

"En el momento que él asumió la presidencia de la República muchas veces me consultó; yo di mis opiniones y el tomó las decisiones. Ahora yo lo voy a consultar y seré yo quien tome las decisiones", dijo en una entrevista a Reuters la mujer de 54 años y licenciada en administración.

Como primera dama, Castro se había ceñido a un papel tradicional impulsando programas sociales y subsidios para niños, mujeres y ancianos pobres, lo que le granjeó una gran popularidad.

Con la expulsión de su marido -quien ahora se postula para una banca en el Congreso- Castro se refugió inicialmente en la embajada de Estados Unidos, pero al poco tiempo salió a las calles a encabezar masivas protestas contra el golpe.

"Es una mujer valiente, yo la vi en las calles en las protestas encabezándonos, decidida y sin miedo cara a cara ante los militares que nos reprimían y 'gaseaban'", dijo María Gómez, una dirigente de vendedores en los mercados de la capital.

Castro y Zelaya, que tienen cuatro hijos, fundaron un nuevo partido izquierdista, Libre, con el que ahora buscan romper el tradicional bipartidismo de Honduras.

Las propuestas de Castro incluyen varias de las impulsadas por Zelaya -como convocar a una asamblea constituyente- pero no el sensible asunto de la reelección presidencial, que detonó el golpe de Estado porque los opositores a su marido aseguraban que Zelaya buscaba perpetuarse en el poder.

El "socialismo democrático" que pregona Castro propone entre otros temas revertir privatizaciones y revocar leyes que dice violan los derechos de trabajadores como campesinos y maestros, mientras protesta contra quienes han convertido Honduras en "santuario de paramilitares y narcotraficantes".

El trabajo no es fácil en un país azotado por la violencia de los cárteles mexicanos del narcotráfico y que tiene el mayor índice de homicidios en el mundo.

Y menos cuando la izquierda regional está debilitada tras la muerte este año del presidente venezolano, Hugo Chávez.

Castro no cuenta con más experiencia política que la adquirida desde el golpe y como acompañante de su esposo en la campaña presidencial del 2006, aunque en el sector privado ha dirigido empresas agrícolas y forestales de su familia.