Actualizado 10/09/2009 21:04

Perú debe renovar lucha contra narcotráfico y rebeldes

Por Patricia Vélez

LIMA (Reuters/EP) - El Gobierno de Perú debe renovar sus tácticas militares utilizando fuerzas de élite para frenar los crecientes ataques de los remanentes del grupo guerrillero Sendero Luminoso y, poder así, ganar la lucha contra el narcotráfico en el segundo productor mundial de cocaína.

Asimismo, un nuevo enfoque militar y policial ayudaría a impedir que los guerrilleros -que desde hace años operan en alianza con el narcotráfico- amplíen sus tentáculos en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), región selvática en el sur del país en la que se han concentrado.

La semana pasada, una seguidilla de ataques de rebeldes avergonzó al Gobierno del presidente Alan García y a los militares por la pérdida de tres soldados, un helicóptero, armas y hasta debieron abortar una operación de rescate ante los disparos de la guerrilla.

Analistas coinciden en que el Gobierno debe comenzar por rediseñar la que catalogan como una "desastrosa" estrategia de inteligencia.

"Primero inteligencia, plata no le falta, lo que pasa es que la plata hay que usarla (...) para conseguir información, no es difícil porque además como es una zona de narcotráfico ahí la gente vende todo, vende información por supuesto", afirmó el analista y ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi.

El experto en temas de narcotráfico Hugo Cabieses, por su parte, afirmó que "no sólo hay falta de inteligencia, sino que hay tres servicios de inteligencia ineptos que además no comparten su información".

"Ahí, en el VRAE, con esta tonta estrategia militar lo que se ha provocado es el efecto mercurio, uno agarra una gotita de mercurio y la pone en la mesa y se dispersa, es decir, ha ayudado a la dispersión de estas fuerzas que son minoritarias", destacó.

Perú, que después de Colombia es el país que más cocaína produce en el mundo, afrontó durante dos décadas una sangrienta lucha contra la guerrilla de Sendero Luminoso, en la que murieron o desaparecieron unas 69.000 personas, según cifras oficiales.

Durante su apogeo, Sendero empuñaba una ideología maoísta y buscaba instaurar un Estado comunista en Perú. Pero, tras la captura en 1992 de su líder Abimael Guzmán, el grupo se replegó a lugares remotos de la nación sudamericana.

En los últimos años, los remanentes operan en alianza con el narcotráfico -que le provee armas, municiones y alimentos- y cuentan hasta con sus propios laboratorios de producción y cultivos de hoja de coca.

CALMA Y PACIENCIA

Para el presidente García, la nación andina debe guardar la calma y tener paciencia.

"Haríamos un inmenso favor a los que matan a uno para aterrorizar a 100.000 (...), haríamos un inmenso favor dando saltos desesperados y al vacío, piano (suave), tranquilidad, calma, serenidad, confianza en las fuerzas armadas", afirmó.

Asimismo, el mandatario -cuyo nivel de aprobación no supera el 30 por ciento- aseguró que "se tomaron algunas resoluciones respecto a la estrategia de despliegue territorial, al trabajo de inteligencia presencial humana y electrónica, y la necesidad de hacer algunas adquisiciones".

Según sus críticos, el Gobierno debe reformar su estrategia para frenar al narcotráfico y a Sendero Luminoso pues afirman que, de lo contrario, Perú se convertiría en unos años en el mayor productor mundial de cocaína.

Además, un recrudecimiento del accionar rebelde alentaría aún más críticas entre los posibles candidatos tanto de izquierda como de derecha de cara a la elección presidencial del 2011.

García, que despidió su primer mandato que transcurrió entre 1985 y 1990 con una debacle económica, no puede presentarse a esos comicios.

FUERZAS ESPECIALES, NO CARNE DE CAÑON

Rospigliosi enfatizó que "después de tantas victorias" los remanentes de Sendero Luminoso han aumentado significativamente no sólo su arsenal sino también su moral.

Para contrarrestarlo afirmó que, además de un buen plan de inteligencia, al VRAE deben entrar "fuerzas especiales. No mandar a estos muchachitos de 18 años que son carne de cañón para Sendero Luminoso (...) no número, no cantidad, sino calidad".

Además, advirtió que eso es clave porque "la lucha contra el narcotráfico se va a restringir mucho por la presencia de Sendero, entonces en ese sentido, siendo el problema central el narcotráfico, hoy día hay que golpear a Sendero, ya no hay alternativa".

Cabieses coincidió en que para combatir el narcotráfico y los rebeldes hay que echar mano a "inteligencia y operaciones quirúrgicas de fuerzas especiales, no a este despliegue propio de elefantes, de tanques, que lo que hacen es convertir al blanco móvil para atacar en un blanco fijo para ser atacado".

Asimismo, el plan debe tomar en cuenta un buen sistema de recompensas y un plan de desarrollo rural en la empobrecida región, en donde la mayoría de los habitantes vive del cultivo de la hoja de coca, añadieron los analistas.

(Por Patricia Vélez. Editado por Silene Ramírez)