Actualizado 27/06/2011 20:42

Perú.- Indígenas levantan el bloqueo en el sur de Perú tras 50 días de protesta

LIMA, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

Miles de indígenas han levantado finalmente el bloqueo que mantenían en el sur de Perú, cerca de la frontera con Bolivia, tras unos 50 días de protesta en rechazo a las concesiones mineras otorgadas en esa zona, las cuales ocasionarían graves daños al medio ambiente, según argumentan los manifestantes.

Los campesinos mantuvieron bloqueadas las principales vías de acceso en el departamento de Puno (sur), perjudicando el intercambio comercial con Bolivia. Los cortes se extendieron a otras localidades de importancia turística en Perú como Yunguyo y los poblados que rodean el conocido lago Titicaca, uno de los principales destinos de los visitantes nacionales y extranjeros.

Las intensas protestas lograron finalmente que el Gobierno de Alán García accediera a las exigencias de las comunidades aymaras de la zona sur de Perú, revocando el pasado viernes la concesión minera a la empresa canadiense Bear Creek.

La compañía tenía previsto invertir más de 70 millones de dólares para explotar unos cinco millones de onzas de plata en el próximo lustro provenientes de la mina Santa Ana, la cual cuenta con reservas certificadas de más de 63 millones de onzas de ese metal.

A partir de ahora, las compañías mineras tendrán la obligación de consultar a los indígenas sobre el desarrollo de nuevos proyectos mineros o petroleros, según reseñan medios locales.

Pero, además, el Ministerio de Energía y Minas de Perú emitió un decreto en el que declara de necesidad pública, interés nacional y de ejecución prioritaria, la recuperación ambiental de la cuenca del río Ramis (sur), y dos resoluciones que prohíben el uso ilegal o informal de equipos de extracción en yacimientos ubicados cerca de ríos en cuatro provincias.

La situación en Puno se tornó violenta cuando el Gobierno de García envió a uniformados a la zona en conflicto para intentar dispersar la manifestación a la fuerza. Estos hechos dejaron un saldo de cinco muertos y más de 30 heridos.

La crisis en Puno se desató en plena campaña presidencial para la segunda vuelta celebrada el pasado 5 de junio, en la que resultó ganador el nacionalista Ollanta Humala, quien el próximo 28 de julio asumirá el poder en momentos en los que Perú vive uno de sus mejores momentos económicos.

Humala descartó que la situación en Puno haya tenido alguna motivación política, al tiempo que instó a García a poner fin a la crisis en esa región por ser todavía el presidente constitucional de Perú.

"En Puno están pidiendo que se resuelva un problema concreto, que no lo hemos creado nosotros. Es una responsabilidad constitucional del actual gobierno resolver los problemas hasta el día 28 de julio, en que termina su mandato", aclaró en declaraciones a los medios.

Según Humala, "cada día que pasa, se corre el riesgo que haya más víctimas que lamentar" y la "urgencia" es precisamente "evitar que haya más peruanos o peruanas que tengan que fallecer" a consecuencia de estas protestas indígenas.