Actualizado 05/07/2015 04:28

Perú planea destruir 58 pistas clandestinas en ofensiva contra "narcovuelos"

Por Marco Aquino

RÍO TAMBO, Perú, 12 sep, 12 Sep. (Reuters/EP) -

- Fuerzas policiales y militares de Perú planean destruir 58 pistas clandestinas de aterrizaje esta semana, en la mayor campaña del país en contra de la salida de avionetas cargadas de cocaína desde una remota zona y cuyo destino principal es Bolivia, dijo el viceministro de Defensa.

Las "narcopistas" son inhabilitadas con cargas de dinamitas que dejan enormes agujeros que hacen imposible el aterrizaje de las avionetas que usan los narcotraficantes para cargar la droga acopiada en la convulsionada zona del VRAEM, donde se cultiva la mayor cantidad de hoja de coca y pasta base en el mundo.

La operación, que comenzó el lunes y culminará el domingo, es liderada por la Brigada Especial de Inteligencia que creó el presidente Ollanta Humala para combatir el narcotráfico, que actúa en la zona con el apoyo de los remanentes de Sendero Luminoso, la guerrilla maoísta que les brinda seguridad.

"La meta hasta el domingo es llegar a 58 pistas", dijo el viceministro de Defensa, Iván Vega, poco antes de una detonación el jueves que dejó cinco forados de hasta 30 metros de diámetro y tres de profundidad en medio de una de las 10 "narcopistas" destruidas en esta zona selvática del país.

Las pistas clandestinas, ubicadas en medio de montañas o cerca de los cauces de los ríos con una extensión de hasta 600 metros, son construidas muchas veces por residentes del Valle del Río Apurimac, Ene y Mantaro (VRAEM) que reciben entre 8.000 y 10.000 dólares de alquiler por su uso.

El VRAEM, con un clima lluvioso y una temperatura que oscila entre 22 y 28 grados centígrados casi todo el año, reúne las características ideales para el cultivo de la hoja de coca, que es para los campesinos mucho más rentable que productos como el café y el cacao.

"CÍRCULO VICIOSO"

Vega, un civil experto en temas de seguridad y defensa que gusta vestir ropa militar de camuflaje en las operaciones, dijo que las fuerzas de seguridad vigilarán las pistas destruidas para evitar que los mismos campesinos las puedan rehabilitar.

"Estamos en ese círculo vicioso", dijo Vega, considerado como el de mayor influencia en temas de seguridad en el Gobierno de Humala y que dirige la Brigada Especial de Inteligencia.

Muchas de las "narcopistas" tienen hasta sistemas de drenaje y son protegidas de la lluvia con sábanas de plástico.

Las fuerzas de seguridad destruyeron hasta 70 pistas clandestinas durante el año pasado y se calcula que decenas aún están operando en el VRAEM, mientras que otras están siendo construidas en claros de la selva en regiones como Puno y Loreto, cercanas a la frontera con Bolivia y Brasil.

El viceministro afirmó que junto a la destrucción de las pistas, el Gobierno busca lograr la "interceptación" en pleno vuelo de las avionetas que generalmente llevan en promedio unos 300 kilos de drogas a Bolivia como tránsito, antes de llegar a Brasil y de allí a Europa y Asia.

"Interdicción no letal, acercarse a la avioneta y conminarla a aterrizar", afirmó Vega desde el distrito Río Tambo, en la región Junín en el centro del país sudamericano.

Del VRAEM sale al menos la mitad de las 300 toneladas de cocaína que Naciones Unidas (ONU) calcula que son producidas anualmente en Perú, una cifra que según fuentes de inteligencia podría ser mucho mayor debido a la falta de información.

El Gobierno de Humala analiza reanudar las intercepciones aéreas, abandonadas en el 2001 tras el derribo por error de una avioneta en la que viajaba una misionera estadounidense y su bebé de siete meses. A raíz de ese incidente, Washington suspendió su apoyo a ese tipo de operaciones en Perú.

Para ello, el Gobierno de Humala está ya en conversaciones con Washington, mientras que ha ordenado la compra de radares y hasta un satélite para mejorar el control del espacio aéreo sobre el VRAEM.