BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El peso argentino se depreció el martes, en línea con la tendencia de las últimas semanas, por compras de dólares destinadas a coberturas previas a las elecciones legislativas que realizará el país en cinco días.
Los operadores consultados dijeron que la demanda mantuvo los precios de la moneda local en sus mínimos de siete años, en un mercado abastecido por la banca oficial y algunos pocos exportadores.
La moneda local mayorista perdió un 0,4 por ciento a 3,7925/3,795 unidades al cierre, y cayó el 0,06 por ciento en la franja informal a 3,895/3,90 por dólar.
El mínimo histórico del peso se marcó en junio y en marzo del 2002, tras una abrupta corrida cambiaria en medio de una de las peores crisis políticas, económicas y sociales de la era moderna de Argentina.
Los argentinos acudirán a las urnas el domingo en elecciones de medio término, las que a criterio de los analistas son de vital importancia para sondear la administración de la presidenta Cristina Fernández.
"Es obvio que el dólar sube porque la gente compra, pero comparado con otras elecciones no hay demanda alocada ni corridas", comentó un experimentado operador de cambios.
Agregó que "el Banco Central siguió vendiendo (dólares) por partidas. Quizás hoy (jueves) vendió unos 70 millones de dólares".
El ex presidente Néstor Kirchner, esposo de la actual mandataria, es el principal candidato a diputado por la influyente provincia de Buenos Aires, frente al empresario de medios Francisco de Narváez.
Las encuestas en el distrito bonaerense son dispares, lo que generan un mayor interés por la compra de dólares que se refleja en el mercado cambiario mediante volúmenes aceptables.
"Tras meses de especulación acerca del valor del dólar luego de las elecciones, la semana pasada el Gobierno salió a negar públicamente que tenga en mente una devaluación", dijo la consultora Delphos Investment en un reporte.
"Pareciera ser que no habrá lugar para devaluaciones bruscas. En cambio, es probable que el tipo de cambio ascienda lentamente", acotó.
El Banco Central mantiene su política de intervenir en el mercado, con el aval de sus reservas, para frenar cualquier movimiento abrupto en las cotizaciones de la moneda.
Los negocios en el segmento minorista arrojaron una baja del 0,39 por ciento a 3,78/3,81 pesos por dólar, según el sondeo de Reuters entre bancos y casas de cambio.