BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El mercado del peso mayorista de Argentina permaneció equilibrado el martes por una notoria reducción en los niveles de liquidez, en momentos en que se reflotan enfrentamientos entre el Gobierno y productores agropecuarios.
El Banco Central mantenía sus controles diarios para evitar fluctuaciones bruscas en los precios de la moneda local, aunque sus intervenciones eran escasas o nulas.
Al cierre, la plaza interbancaria permaneció sin cambios a 3,85/3,8525 por cada dólar, para acumular en lo que va de agosto una depreciación del 0,58 por ciento.
El circuito informal mostró una subida del 0,32 por ciento en la moneda doméstica hasta los 3,855/3,86 unidades, una tendencia atribuida por operadores a necesidades de pesos y sobrantes de dólares.
"Los negocios que se hacen son en un marco tranquilo, no hay nada nuevo, todos se conocen y el freno siempre lo brinda el Banco Central", explicó un agente bancario.
Agregó que "en los últimos días es notorio el recorte de negocios, coincidente con la nueva pelea con el campo".
El Gobierno argentino vetó parcialmente una ley que beneficiaba a los productores agropecuarios afectados por una severa sequía, ya que algunos artículos habían sido aprobados por "error" por los diputados oficialistas.
La norma fue aprobada la semana pasada en el Congreso, pero entre otros artículos incluía una exención temporal del impuesto a la exportación, clave para el Gobierno para sostener la recaudación fiscal, que no habría sido acordada previamente por los legisladores que la votaron.
La presidenta Cristina Fernández se encuentra desde el año pasado en abierto conflicto con el sector agrario por el resistido impuesto a las exportaciones de alimentos, mientras que los ruralistas no descartan retomar medidas de fuerza por la decisión oficial.
Los negocios cambiarios en el mercado minorista continuaron a 3,835/3,865 por dólar, según el promedio de pizarras de bancos y casas cambiarias.