BOGOTA (Reuters/EP) - Una concejal de un pueblo del suroeste de Colombia fue asesinada a balazos por pistoleros, informó el martes la policía que presume que fue la guerrilla quien cometió el ataque que dejó en evidencia el riesgo que corren los políticos locales en algunas regiones del país.
El crimen de Mariela Narváez se produjo el lunes en la noche en el municipio de Hobo, en el departamento del Huila, una de las zonas del país aún afectadas por la presión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La política de 60 años y del Partido Liberal, pese a tener asignado un escolta, caminaba sola por una calle de la población cuando fue víctima del ataque, relataron testigos a las autoridades.
El Hobo está ubicado en la misma región en donde a finales de mayo un comando de las FARC incursionó en el municipio de Garzón, en donde secuestró a un concejal y dio muerte a dos guardias de seguridad y a un policía.
La Federación Colombiana de Concejales asegura que el Huila es uno de los departamentos más inseguros para los políticos locales por las presiones y amenazas que reciben de la guerrilla y de otros grupos armados ilegales.
Esa organización aseguró recientemente que cerca de un 20 por ciento de los más de 12.000 concejales del país abandonaron los municipios y se refugiaron en grandes ciudades para poner a salvo sus vidas y las de sus familias, mientras que otros 2.000 cumplen sus labores pese al riesgo que enfrentan.
En lo que va de este año al menos cinco concejales han sido asesinados en diferentes regiones del país.
Las FARC que llegaron a tener unos 17.000 combatientes han sido diezmadas por una ofensiva militar que ordenó el presidente Alvaro Uribe y que las obligó a replegarse a apartadas zonas montañosas y selváticas.
Sin embargo, mantienen presencia en apartadas regiones rurales, la mayoría en regiones estratégicas para la producción y el tráfico de cocaína, la principal fuente de financiación del grupo rebelde, según el Gobierno.