Actualizado 22/09/2009 21:34

Plan fiscal México impulsaría bajas en mercado de deuda

Por Lorena Segura

MEXICO DF (Reuters/EP) - Si el Congreso mexicano aprueba sin mayores cambios el proyecto de reforma fiscal propuesto por el Gobierno fortalecería la recaudación tributaria en medio de la crisis y ayudaría al mercado local de deuda a pesar de las presiones inflacionarias.

El presidente Felipe Calderón envió hace dos semanas a los legisladores el presupuesto para el 2010, junto con un plan fiscal que propone un nuevo tributo al consumo del 2 por ciento de aplicación general, que es la parte medular de la reforma.

Aunque el simple proyecto, que todavía ni siquiera comienza a ser discutido en el Congreso, ya está ejerciendo presiones al alza en los rendimientos de los bonos locales, terminaría por ser una buena medida para incentivar la inversión en instrumentos de deuda, ya que las presiones inflacionarias tendrían un efecto de "una sola vez".

Analistas coinciden en que la propuesta está pensada para evitar una baja en la nota soberana, por lo que de no aprobarse el tributo al consumo las calificadoras percibirán la ausencia de una verdadera reforma estructural que evite la dependencia de los ingresos petroleros.

Legisladores de las principales fuerzas de oposición, entre ellos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) -cuyo apoyo es clave para las reformas en el Congreso- han dicho que no aprobarán el nuevo impuesto porque castigaría los bolsillos de todos los mexicanos en medio de la crisis.

Sin embargo, para el mercado de deuda, esta reforma provocaría una baja en los rendimientos locales y atraería el interés de los inversionistas extranjeros.

"Para el bono de 10 años podría considerarse una baja significativa como de unos 50 puntos base si esto se da y falta que las calificadoras den su veredicto", comentó un analista.

Algunos inversionistas extranjeros ven la parte positiva del paquete económico, que aseguraría la viabilidad de las finanzas públicas y aumentaría la recaudación tributaria, y minimiza el efecto inflacionario.

"Tendrás un impacto positivo en tasas por la disminución del riesgo país y un impacto negativo por el efecto de inflación pero como es temporal, le pegará más a las tasas de corto plazo y las de largo tenderán a bajar. Yo no veo que sea negativo", comentó un analista.

Otro factor de peso que ayudaría a los rendimientos sería la dramática disminución del riesgo país, el cual finalizó en 181 puntos desde 212 puntos la semana anterior, y se espera continúe a la baja si el plan fiscal es aprobado como se envió al Congreso.

Este indicador responde a la capacidad que tiene un país emisor de deuda para responder a sus compromisos de pago, por lo que está estrechamente ligado a la evolución del paquete económico y el riesgo de una baja en la nota soberana por parte de Standard and Poor's y Fitch Ratings.

ATENTOS AL BANCO CENTRAL

Analistas dicen que ante el panorama inflacionario hacia finales de este año el banco central debería comenzar a subir su tasa en el primer trimestre de 2010, ya que se corre el riesgo de no poder cumplir con su expectativa de inflación para finales de ese año, del 3 por ciento +/- 1 punto porcentual.

Los rendimientos de los bonos soberanos se suelen mover al ritmo de la tasa interbancaria de referencia que establece el banco central.

El Gobierno afirma que el impacto por el alza de impuestos y el nuevo tributo sería menor al 1 por ciento en la inflación, sin embargo Banamex estima que la propuesta de impuestos podría añadir 200 puntos base a la inflación anual en el 2010.

Y por este motivo, el grupo financiero piensa que el Banco de México (central) sugirió en su comunicado más reciente que está preparando el terreno para la eventualidad de un alza "preventiva" en la tasa referencial.

Si las presiones inflacionarias se materializan, la parte corta de la curva será la más afectada, pero el largo plazo será un buen instrumento de inversión ya que analistas coinciden en que el efecto negativo durará máximo un año.

Para la economía no sería algo negativo ya que el aumento en los precios ayudaría de manera directa a la recaudación fiscal y evitaría la evasión de impuestos, además de que sería visto como una medida positiva por parte de las calificadoras.

"Sin duda el Gobierno va a recaudar impuestos, será bueno para las finanzas públicas porque si no se aprueba tendrán que recortar el gasto de nuevo o reconocer un mayor déficit fiscal", dijo Salvador Orozco, subdirector de mercado de dinero de Santander.

México recortó este año su gasto en dos ocasiones para sortear la severa recesión, que motivará una caída anual en la economía de entre el 6.5 y 7.5 por ciento, según proyecciones oficiales.