Actualizado 16/07/2013 20:41

Política portuguesa podría arruinar receta de austeridad en Europa


LISBOA, 16 Jul. (Reuters/EP) -

- Europa esperaba que Portugal mantuviera la austeridad prescripta en su rescate financiero, que se graduara el próximo año y que siguiera a Irlanda en la senda de una recuperación exitosa tras la recesión económica.

Sin embargo, una crisis política ha desviado a Portugal del programa y este país ya comienza a parecerse más a Grecia.

Dos importantes ministros portugueses han renunciado, creando un grave conflicto político, en momentos en que los recortes de gastos y las alzas impositivas han contribuido a la peor recesión económica desde la década de 1970, con un desempleo sin precedentes del 18 por ciento.

"La esperanza era que Portugal, siendo el segundo país en salir del programa después de Irlanda, mostrara que la medicina funciona, que los países se pueden recuperar", dijo Guntram Wolff, director de Bruegel, un influyente centro de estudios de Bruselas.

"Si eso no ocurre, el apetito por seguir otro programa no es muy grande en ninguno de los interesados", dijo Wolff.

La crisis comenzó con la renuncia del ahora ex ministro de Finanzas Vitor Gaspar, que respaldaba el plan de ajuste pero que dijo no tener apoyo.

Luego renunció el ministro de Relaciones Exteriores Paulo Portas en protesta por la austeridad, lo que desencadenó temores de que su partido -el Centro Democrático Social/Partido Popular (CDS/PP), un grupo minoritario dentro del Gobierno- se alejara de la coalición oficialista, poniendo fin a su mayoría parlamentaria.

Portas se molestó por el nombramiento de la secretaria del Tesoro, María Luis Albuquerque, en reemplazo de Gaspar, ya que implicaba la continuidad de las políticas de austeridad de su antecesor.

El primer ministro Pedro Passos Coelho intentó corregir la situación promoviendo a Portas como viceprimer ministro y designándolo a cargo de coordinar la política económica.

Sin embargo, la crisis tomó un nuevo giro la semana pasada cuando el presidente Aníbal Cavaco Silva rechazó el plan del primer ministro, llamando en su lugar crear un amplio acuerdo político entre los principales partidos para apoyar el rescate hasta que éste culmine a mediados de 2014.

El presidente quiere que la oposición socialista sea incluida en el acuerdo. Los tres principales partidos iniciaron reuniones y prometieron concluirlas el próximo domingo.

"Los políticos portugueses, desde el presidente hacia abajo, están buscando que la salida del señor Gaspar, el arquitecto de las reformas fiscales y estructurales exigidas por la troika (de prestamistas), sea una luz verde para un debate sobre el programa de rescate", dijo Nicholas Spiro, director de Spiro Sovereign Strategy.

"La percepción es que Lisboa está dando la espalda a las reformas económicas. Portugal se está deslizando por una pendiente resbaladiza", dijo Spiro.