Actualizado 26/08/2009 23:56

Políticos critican fiesta ofrecida por Merkel a banquero alemán

BERLIN (Reuters/EP) - La canciller alemana Angela Merkel se defendió el miércoles de las críticas por organizar una fiesta de cumpleaños para el director del Deutsche Bank con dinero de los contribuyentes, diciendo que parte de su trabajo era entretener.

Un mes antes de una elección federal, varios políticos de oposición han criticado los comentarios del jefe ejecutivo del banco, Josef Ackermann, quien reveló en un programa de televisión que Merkel le pidió que invitara a 30 amigos para celebrar en la cancillería el año pasado su cumpleaños número 60.

No existe controversia en que Merkel invite a fiestas a líderes de la industria para propósitos de negocios, pero la posibilidad de que el principal banquero de Alemania decidiera sobre la lista de invitados ha provocado críticas, por dar la impresión de que fue una celebración privada.

"Soy alguien que siempre trata de reunir a grupos de personas que no se juntan usualmente y por eso se dio esta cena", dijo Merkel al ser consultada acerca del festejo en una entrevista en el canal de televisión N24.

Los comentaristas dicen que el evento llegó a los titulares por causa de las elecciones y afirman que los socialdemócratas querían vengarse de los conservadores de Merkel por atizar el fuego cuando la ministra de Salud socialdemócrata, Ulla Schmidt, fue cuestionada por usar su limosina oficial en sus vacaciones a España.

Merkel dijo entender los temores públicos acerca de los estrechos lazos entre personajes de la industria y políticos.

"Pero creo que mantengo una distancia, como se puede ver por las veces que he expresado críticas", dijo.

Uno de los invitados, Wolfgang Nowak, del grupo Alfred Herrhausen Gesellschaft, dijo en la televisión alemana que había sido un asunto modesto y que el ex canciller socialdemócrata Gerhard Schroeder realizaba fiestas más fastuosas y con más alcohol.

Schroeder, en una acción no usual, defendió a Merkel.

"No tengo problema con el evento para el señor Ackermann", dijo Schroeder en entrevista con la versión en internet del diario Der Spiegel. "No vivimos en una república bananera -hay que mantener ciertos estándares cuando se reciben invitados", agregó.

Críticos de los Verdes, el Partido de Izquierda y algunos socialdemócratas sostienen que el evento ha suscitado dudas acerca de la influencia política además de ser algo injusto para los contribuyentes.