Actualizado 24/09/2009 04:30

Presidente Brasil insta a reformas economía global

Por Terry Wade

NACIONES UNIDAS (Reuters/EP) - Los líderes mundiales no deberían relajar su lucha por enderezar a la economía mundial pese a las señales de mejora, dijo el miércoles el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula de Silva, ante la Asamblea General de Naciones Unidas.

Lula también acusó a los mercados financieros, que actuando sin restricciones y con "dogmas económicos", llevaron a una crisis global. Afirmó que los países deberían intervenir en los mercados para mejorar las regulaciones y sostuvo que Brasil está ahora saliendo de la crisis.

Además instó a los países ricos a establecer metas más ambiciosas para cortar las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras trabajan para alcanzar en diciembre un pacto para combatir el calentamiento global, y llamó a los líderes a completar la Ronda de Doha sobre comercio mundial.

El presidente brasileño ha sido el centro de la atención de la ONU esta semana, donde ha jugado un rol principal en la aguda crisis política en Honduras, y será un poderoso negociador cuando se reúna el jueves en Pittsburgh el grupo de las 20 mayores economías del mundo para discutir formas de volver a equilibrar la economía global.

"Una forma sin sentido de pensar y de actuar, que dominó el mundo durante décadas, ha resultado estar en bancarrota", dijo Lula de los modelos económicos que desalientan la regulación.

El primer mandatario brasileño culpó a los mercados financieros no regulados por causar la crisis mundial y afirmó que "no es justo que los trabajadores y los países pobres y en desarrollo paguen el precio por la especulación desmedida".

Brasil, un poder industrial y agrícola, afirma que dar mayor participación a países en desarrollo en el Banco Mundial y en el Fondo Monetario Internacional ayudará a reparar la economía mundial y reflejará la creciente importancia de mercados emergentes como China, India y Rusia.

Pese a su búsqueda de una mayor influencia, la diplomacia brasileña podría frustrar a los poderes occidentales. Lula se ha negado a denunciar al programa nuclear iraní y ha dicho que quiere vínculos comerciales más estrechos con Teherán.

A Lula también le gustaría que Brasil tuviera un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.

"Necesitamos instituciones para el siglo XXI, no aquellos creados inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial", remarcó.

MEDIADOR EN CRISIS EN HONDURAS

Esta semana, Brasil pidió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que convoque a una reunión urgente para ayudar a resolver la crisis en Honduras.

Lula afirmó que pronto discutiría sobre la crisis en Honduras con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El presidente izquierdista de ese país, Manuel Zelaya, fue depuesto en un golpe de Estado en junio. El lunes volvió a la capital de su país y se refugió en la embajada brasileña para evitar ser arrestado.

Ahora la embajada es escenario de una tensa disputa entre los partidarios de Zelaya y fuerzas de seguridad bajo la dirección del Gobierno interino que lo derrocó.

El surgimiento de Brasil como mediador clave en la crisis ha subrayado lo que muchos ven como una menguante influencia de Estados Unidos en una América Latina que se ha inclinado hacia la izquierda esta década.

Lula, ex dirigente sindical, comparte raíces políticas con presidentes izquierdistas latinoamericanos, donde Brasil se ha visto a sí mismo desde hace tiempo como el líder natural.

"La comunidad internacional exige que el señor Zelaya vuelva inmediatamente a la presidencia de su país y debe estar alerta para asegurar la inviolabilidad de la misión diplomática de Brasil en la capital de Honduras", dijo el presidente de Brasil.