Publicado 26/12/2013 06:31

Primer ministro de Japón visita santuario Yasukuni, genera molestia en China

Por Antoni Slodkowski y Linda Sieg

TOKIO, 26 dic, 26 Dic. (Reuters/EP) -

- El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, visitó el jueves el santuario Yasukuni en Tokio, un templo visto como un símbolo del militarismo de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, lo que provocó una crítica rápida y fuerte de China.

Abe, el primer líder del Gobierno nipón en ejercicio que visita el santuario en siete años, dijo que no tenía intención de herir los sentimientos de los vecinos de su país.

China y Corea del Sur han expresado en repetidas ocasiones su molestia ante las visitas de los políticos japoneses a Yasukuni, donde los líderes japoneses condenados como criminales de guerra por un tribunal aliado son honrados junto a los muertos en las distintas guerras que ha luchado Japón.

Las relaciones de Tokio con Pekín y Seúl ya están tensas por disputas territoriales derivadas de la ocupación japonesa en tiempos de guerra de grandes partes de China y su colonización entre 1910 y 1945 de la península coreana.

Abe, quien asumió el cargo para un segundo mandato hace exactamente un año, visitó el santuario en el centro de Tokio alrededor de las 0230 GMT.

La televisión transmitió imágenes en vivo de su caravana de vehículos avanzando hacia el santuario, construida en 1896 por el emperador Meiji para consagrar a los muertos en las guerras, orar por la paz eterna en Japón y "promover las relaciones amistosas con la gente del resto del mundo".

El jueves, Abe hizo una reverencia en el santuario antes de seguir a un sacerdote sintoísta a un recinto interior.

"Hay críticas basadas en la idea errónea de que se trata de un acto de adoración a criminales de guerra, pero visité el santuario Yasukuni para reportar a las almas de los muertos en las guerras sobre los avances realizados este año y para transmitir mi determinación de que la gente nunca más sufra los horrores de la guerra", dijo Abe a la prensa después de la visita.

Haciendo hincapié en que era natural que el líder de la nación presente sus respetos a los que murieron por el país, Abe dijo: "No tengo ninguna intención de herir los sentimientos del pueblo chino o coreano".

Pekín, sin embargo, condenó rápidamente la visita, que calificó como "descarada".

"El Gobierno chino expresa fuerte indignación por el pisoteo del líder japonés a los sentimientos del pueblo chino China y las otras naciones víctimas de la guerra y el desafío abierto a la justicia histórica (...) y expresa una fuerte protesta y condena grave a Japón", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de China en un comunicado.