Actualizado 05/08/2013 22:49

La primera hamburguesa de laboratorio "casi sabe a carne"

Por Kate Kelland


LONDRES, 5 Ago. (Reuters/EP) -

- La primera hamburguesa de vacuno elaborada en laboratorio saltó el lunes de una placa de petri a una sartén, y los que la probaron dijeron que "casi sabe a carne".

Cultivada in vitro a partir de células madre de vacuno con un costo de 250.000 euros (332.000 dólares), la hamburguesa fue cocinada y comida delante de las cámaras de televisión para conseguir la mayor cobertura mediática posible a la culminación de un experimento científico que comenzó hace cinco años.

Con la típica apariencia circular de las hamburguesas de carne roja, fue creada uniendo 20.000 hebras de proteína cultivada en laboratorio junto con otros ingredientes utilizados habitualmente, como pan rallado, huevo en polvo y sal. Para darle color se añadió jugo de remolacha y azafrán.

Las dos personas que las probaron se mostraron reservados, quizá deseosos de no ofender a su anfitrión en un acto en Londres, y destacaron la "falta de grasa" de la hamburguesa.

Al pedirles más detalles del sabor, el escritor gastronómico Josh Schonwald dijo que tenía una cualidad similar a la de una "masa de proteína animal", y añadió que le gustaría probarla con algunos de los extras que se suelen añadir a las hamburguesas tradicionales: sal, pimienta, ketchup y jalapeños.

Incluso uno de los científicos autores de la creación, el biólogo vascular Mark Post, de la Universidad de Maastricht en Holanda, fue relativamente parco a la hora de alabar su sabor.

"Tiene un principio muy bueno", dijo a los cientos de periodistas que acudieron a ver cómo se cocinaba y servía la carne.

El objetivo del científico holandés es mostrar al mundo que en el futuro la carne no tendrá que provenir necesariamente de la cría y sacrificio de millones de animales, una práctica económica y medioambientalmente muy cara.

"La actual producción de carne está en niveles máximos, tenemos que encontrar una alternativa", afirmó.

ESCALA MASIVA

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que se proyecta que la producción de carne subirá de las 218 millones de toneladas anuales en 1997-1999 a 376 millones en 2030, y que la demanda de una población en crecimiento puede llevarla incluso más allá.

Según un informe de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de 2006, la agricultura industrializada contribuye en una "escala masiva" al cambio climático, la contaminación del aire, la degradación de la tierra, el uso de energía, la deforestación y el declive de la biodiversidad.

La industria cárnica contribuye a alrededor del 18 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, una proporción que se espera que aumente a medida que los consumidores de países de rápido crecimiento como China e India comen más carne, añadió el informe.

Chris Mason, profesor de medicina regenerativa en el University College London, que no participó en el experimento, lo calificó de "gran ciencia pionera", con potencial para aliviar problemas medioambientales, de salud y animales, pero añadió que "aunque la ciencia parece realizable, la fabricación a escala requerirá innovación que cambie el juego".

Post dijo confiar en que su concepto pueda aumentar en escala para ofrecer una alternativa viable a la producción de carne animal, pero dijo que podrían pasar 20 años hasta que la carne de laboratorio llegue a los supermercados.

También admitió que el sabor deberá mejorar para obtener el favor del público.

El científico se resistió a las peticiones de los periodistas de todo el mundo deseosos de probar la primera hamburguesa de laboratorio, diciendo que no había suficiente. En cambio, serán sus hijos los que se coman los restos.

(Traducido por Teresa Larraz)