BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La producción de carne de Argentina, uno de los mayores exportadores mundiales de cortes vacunos, creció levemente en los primeros cinco meses del 2009, pero bajaría el año próximo debido a la caída del rodeo, dijo el martes la cámara que agrupa a las empresas del sector.
Argentina es famosa por sus churrascos de alta calidad y sus habitantes son los mayores consumidores de carne vacuna a nivel mundial, pero algunos expertos advierten que el país sudamericano podría verse obligado a importarla en los próximos años por la difícil situación que vive el sector.
Los productores se quejan de que las reiteradas intervenciones del Gobierno en los mercados, con el fin de evitar alzas en el precio de un producto sensible para la población, deterioraron su rentabilidad y los está llevando a abandonar la actividad.
"Las estadísticas estarían indicando que la actividad alcanzó un nuevo máximo durante 2008 y que durante 2009 el sector sólo podrá sostenerlo, en tanto que el panorama para 2010 sería de contracción", según el reporte mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados
(CICCRA).
La fuerte sequía que desde el año pasado afecta al área agropecuaria del país y la liquidación de hembras impulsaron la venta de animales, lo que llevó la producción a 1,384 millones de toneladas de carne con hueso entre enero y mayo de este año, un 10,5 por ciento más que en el mismo período del 2008.
Sin embargo, si se toma en cuenta que en marzo del año último una huelga rural paralizó la actividad ganadera, la producción de carne apenas habría crecido un 1 por ciento interanual, de acuerdo con el informe.
La venta acelerada de animales para evitar que pierdan peso en los campos por la sequía y el remate de las hembras, si bien permitieron un pasajero aumento en la faena de animales, causarían una caída del rodeo, que el año próximo llevaría a la contracción de la producción.
Por otro lado, la entidad -que agrupa a los frigoríficos dedicados principalmente al mercado doméstico- señaló que el consumo per cápita de carne de los argentinos subió un 4,6 por ciento respecto del año pasado, a 69,7 kilos por año.