Publicado 04/04/2014 18:44

Pueblos fantasma crecen en zona productora de platino afectada por huelga en Sudáfrica


MARIKANA, Sudáfrica, 4 abr, 4 Abr. (Reuters/EP) -

- La tienda de electrónica y artículos para el hogar de Shad Mohammed, en la región productora de platino de Sudáfrica, ha sobrevivido a una serie de huelgas mineras durante los últimos 14 años en la polvorienta localidad de Marikana.

Pero al cumplirse la décima semana de la huelga más reciente, sólo ha vendido 10 teléfonos frente a los más de 100 que suele comercializar, y ha tenido que salir a hacer entregas para evitar darse por vencido y volver a su casa en Pakistán.

"Nuestro negocio depende totalmente de los trabajadores mineros", dijo Mohammed, de 38 años, rodeado de estanterías llenas de celulares, laptops y ollas grandes.

"Si no trabajan, realmente lo sufrimos", dijo.

Miembros de la Asociación de Sindicatos mineros y de Construcción de Sudáfrica (AMCU, por sus siglas en inglés) han interrumpido su trabajo en Lonmin, el principal empleador en el áspero pueblo de Marikana, y sus rivales Anglo American Platinum e Impala Platinum.

Las tres compañías han dicho que han declarado fuerza mayor para algunos de sus proveedores y contratistas, un término legal que permite que las firmas suspendan pagos y entregas debido a circunstancias que exceden su control.

La huelga salarial ha impactado sobre un 40 por ciento de la producción global.

La medida de fuerza no muestra señales de estar por concluir ya que las partes del conflicto mantienen posiciones encontradas.

El banco central dijo la semana pasada que la continuidad de la huelga era una amenaza crucial para el crecimiento económico en el 2014, que ahora se estima en un 2,6 por ciento frente a un 2,8 por ciento.

La falta de actividad minera ha transformado a algunos pueblos animados y llenos de gente en meros esqueletos de lo que solían ser.

Las estrechas rutas llenas de lodo en Nkaneng, un asentamiento informal en Marikana, están llenas de pequeños grupos de hombres parados en círculo, algunos usando pantalones y camisetas verdes de la AMCU.

Daniel Waza, dueño de una tienda, está sentado sobre cajas marrones vacías en el medio de su pequeño negocio que antes estaba repleto de frutas y vegetales.

"Incluso no se puede vender más comida fresca, no hay nadie que compre nuestra comida, la gente se volvió a su casa (...) algunas personas no tienen dinero", apuntó.

(1 dólar = 10,6078 rand sudafricano)