Publicado 15/04/2015 15:52

Pulso en VW pasa a "fase diplomática" mientras inversores ven posible cambio de CEO

Por Andreas Cremer y Ilona Wissenbach

BERLÍN/STUTTGART, 15 abr, 15 Abr. (Reuters/EP) -

- La primera crisis de liderazgo de Volkswagen en una década pasó al dominio público tras la sorpresiva crítica hecha por el presidente, Ferdinand Piech, contra el presidente ejecutivo, Martin Winterkorn. Sin embargo, es probable que el pulso se juegue ahora a puertas cerradas.

Piech, de 77 años, se reunirá pronto con su primo Wolfgang Porsche y otros miembros de la familia, según fuentes de la compañía, para hablar de la crisis que sus comentarios parecen haber abierto dentro del clan que controla VW.

Lo más probable es que después haya una reunión de la junta directiva al completo.

"Ahora empezará una fase de diplomacia", dijo una fuente. La compañía declinó hacer comentarios a través de un portavoz.

Los problemas en el seno de la mayor automotriz europea reflejan las tensiones entre Piech y Winterkorn, que han escalado al ritmo de la creciente confianza del presidente ejecutivo, señalaron fuentes internas.

También ha desplazado el foco de atención desde las ambiciones de crecimiento de VW a sus problemas de gobernanza y desempeño, mientras se acumulan los retos y el panorama de los beneficios se oscurece tras una seguidilla de ganancias.

Los mercados ya han tomado nota y las acciones de VW han caído un 1,3 por ciento desde las palabras de Piech. Pero si los problemas se extienden más allá de la reunión de accionistas del 5 de mayo, los daños podrían ser mayores.

"Van a haber cambios de todas formas", dijo el analista de Barclays Michael Tyndall, ya que el contrato de Winterkorn expira en 2016 y se espera que Piech se jubile al año siguiente, cuando cumpla 80 años.

Tyndall agregó que es bienvenido un cierto replanteamiento estratégico, "siempre que la resolución sea rápida".

La última gran intriga que dividió a la familia fundadora, el fracasado intento de Porsche de hacerse con el control de VW en 2008-2009, se prolongó por meses y dio paso a años de demandas de inversores.

En la delicadamente equilibrada -algunos dicen que disfuncional- estructura de propiedad que surgió, las familias Porsche y Piech dirigen juntas el 50,7 por ciento de los derechos de votación de VW, mientras el estado de Baja Sajonia controla otro 20 por ciento.

En la práctica, las decisiones estratégicas necesitan también del apoyo de los sindicatos alemanes, que ocupan la mitad de los 20 puestos de la junta supervisora.