Actualizado 02/09/2009 02:46

Putin rechaza las críticas por la II Guerra Mundial

Por Gabriela Baczynska y Denis Dyomkin

SOPOT, Polonia (Reuters/EP) - El primer ministro ruso, Vladimir Putin, rechazó las críticas al papel de Moscú justo antes del inicio de la II Guerra Mundial, durante las ceremonias llevadas a cabo el martes para recordar el 70 aniversario de la invasión de Polonia por parte de la Alemania nazi.

Pero Putin y el primer ministro polaco, Donald Tusk, acordaron que los historiadores de ambos países deberían trabajar más estrechamente para poner al descubierto partes oscuras de su pasado común que aún empaña sus relaciones, 20 años después de la caída del comunismo en el este de Europa.

Rusia y sus ex satélites de Europa del Este están en desacuerdo en torno al papel del dictador soviético Josef Stalin, quien en 1939 firmó un pacto de no agresión con la Alemania nazi que abrió el camino para la invasión de Polonia y el estallido de la guerra.

"Si vamos a hablar objetivamente sobre historia debemos comprender que no tiene sólo un color. Fueron un número diverso y enorme de errores cometidos por todas las partes", dijo Putin en una rueda de prensa tras entrevistarse con Tusk en la ciudad turística de Sopot.

"Y todas esas acciones crearon las condiciones para la agresión a gran escala de la Alemania nazi", apuntó.

Mientras los rusos están profundamente orgullosos de la victoria de su país frente a Hitler en 1945, los polacos, bálticos y otros dicen que Stalin también tuvo responsabilidad directa en la guerra por repartirse Polonia con Hitler y anexionarse los estados bálticos.

Putin citó los esfuerzos de Reino Unido y Francia por apaciguar a Hitler en 1938, que tuvieron como resultado aceptar que se destruyera Checoslovaquia, además de la propia anexión por parte de Polonia de una franja del territorio checo poco antes de hacer frente a la invasión alemana.

Dirigiéndose a veteranos de guerra y otros líderes europeos posteriormente, Putin declaró que el pacto de no agresión alcanzado por el ministro de Exteriores de Stalin, Vyacheslav Molotov y su homólogo alemán, Joachim von Ribbentrop, en agosto de 1939 fue un error.

"Ahora tenemos el derecho a esperar que otros países que aceptaron un acuerdo con los nazis sigan el ejemplo (a la hora de reconocer los errores)", apuntó.

BATALLA POR EL PASADO

Sus declaraciones no satisfacen a polacos y bálticos, que consideran las acciones de Stalin un puñal clavado por la espalda y recuerdan las deportaciones masivas y ejecuciones de sus compatriotas tras la llegada soviética.

En un discurso ante el monumento Westerplatte, cerca de Gdansk, donde las fuerzas alemanas dispararon los primeros tiros de la II Guerra Mundial el 1 de septiembre de 1939, Tusk dijo que debería prevalecer la verdad histórica.

"Se permiten diferentes interpretaciones pero los hechos son los mismos. Queremos recordar esos hechos no para utilizar la historia contra nadie sino para que sirvan de base para la paz", señaló.

Putin y Tusk acordaron ofrecer a los historiadores acceso recíproco a los archivos de sus países y tratar de establecer grupos conjuntos de expertos para estudiar el asesinato de agentes polacos en un bosque en Katyn en el oeste de la Unión Soviética en 1940, un suceso que para los polacos simboliza la crueldad y traición de Stalin.

"Los polacos tenemos derecho a saber la verdad sobre la tragedia que le sucedió a nuestro pueblo y no podemos abandonar este derecho", dijo el presidente polaco, Lech Kaczynski, a los congregados en Westerplatte.

Polonia quiere que Rusia pida perdón por la decisión de Stalin de asesinar a todo el cuerpo de oficiales polacos -20.000 soldados- en Katyn.

Durante décadas, Moscú responsabilizó a los nazis por las muertes, pero tras la caída de la Unión Soviética reconoció que los oficiales habían sido asesinados por orden de Stalin.

Kaczynski comparó Katyn con el genocidio nazi contra los judíos.

"¿Cuál es la comparación entre el Holocausto y Katyn? Hay una cosa que une a esos crímenes, aunque su magnitud fue diferente. Los judíos murieron por ser judíos. Los oficiales polacos murieron por ser oficiales polacos", dijo.

La canciller alemana, Angela Merkel, los primeros ministros de Italia y Francia, y el secretario de Exteriores británico, estaban entre los asistentes a los actos conmemorativos en Polonia.

El presidente estadounidense, Barack Obama, envió una delegación de alto nivel con un mensaje alabando la lucha polaca por la libertad durante la guerra.

Polonia perdió alrededor de una quinta parte de su población, incluyendo la vasta mayoría de sus tres millones de judíos, además de una quinta parte de su territorio en la guerra. Tras el conflicto, permaneció bajo el dominio soviético hasta 1989.

Unos 27 millones de ciudadanos soviéticos murieron en la guerra después de que Hitler renegara de su pacto con Stalin e invadiera la Unión Soviética en 1941.

"Recuerdo a los 60 millones de personas que perdieron las vidas en esta guerra iniciada por Alemania", dijo Merkel.

"Sabemos que no podemos cambiar las atrocidades de la II Guerra Mundial. Las cicatrices continúan siendo visibles ", apuntó.