MEXICO DF (Reuters/EP) - El presidente mexicano, Felipe Calderón, envió este mes al Congreso una reforma fiscal que busca combatir los efectos de la profunda recesión económica por la que atraviesa el país.
El proyecto fue bien recibido por las agencias calificadoras -que han insistido en que México tiene que aumentar la recaudación tributaria y reducir la dependencia petrolera, o de lo contrario podrían reducir la nota soberana del país-, ya que lo ven como una señal de continuidad de la disciplina fiscal.
Pero legisladores de oposición, entre ellos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) -cuyo apoyo es clave para las reformas en el Congreso- han dicho que no aprobarán un nuevo impuesto del 2 por ciento de aplicación general, que es la fuente de más ingresos dentro del plan fiscal.
Diputados del PRI y del también opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), que tienen más asientos en el Congreso que el partido gobernante, rechazan el nuevo tributo porque consideran que castigaría los bolsillos de los mexicanos en medio de la crisis.
A continuación, algunas noticias breves en torno a las negociaciones de la iniciativa.
* Diputados de oposición rechazaron, durante una comparecencia del secretario de Desarrollo Social Ernesto Cordero en la cámara baja, el propuesto nuevo impuesto del 2 por ciento, cuya recaudación serviría para reforzar programas antipobreza, según el Gobierno.
Cordero dijo que los programas sociales están supeditados al proyecto fiscal, reportó el diario El Universal.
* El presidente Calderón envió al Senado su proyecto para reorganizar el sector público, en el que plantea la desaparición de tres secretarías -entre ellas la de Turismo- como una medida para recortar el gasto del Gobierno frente al enorme hueco fiscal que se espera para el 2010.
* Al igual que lo han considerado empresarios, senadores de oposición dijeron durante una comparecencia del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, que el proyecto de presupuesto y el plan fiscal son inflacionarios, dijo el diario La Jornada.
Carstens dijo que el plan fiscal no es fácil ni complaciente.
* Líderes de bancadas opositoras en la Cámara de Diputados dijeron que se tomarán su tiempo para discutir la reforma fiscal y el presupuesto del 2010 enviados por el Gobierno, después de lo que llamaron presiones de Calderón para avalar los proyectos.
Calderón ha insistido en los últimos días en que el Congreso debe aprobar el paquete económico para poder enfrentar con éxito un esperado rebrote de influenza en el país y ha defendido sus propuestas fiscales, entre ellas el nuevo impuesto del 2 por ciento, que es la parte más polémica del plan.