Actualizado 23/08/2009 19:46

Regreso de Zelaya no es negociable: Gobierno de facto Honduras

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - El Gobierno de facto de Honduras sigue considerando que la reinstauración del depuesto mandatario Manuel Zelaya no es negociable, a puertas de la llegada de una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo el domingo una funcionaria.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, junto con los cancilleres de Argentina, Canadá, Costa Rica, Jamaica, México, Panamá y República Dominicana, llegará el lunes a Tegucigalpa para tratar de reflotar el llamado Acuerdo de San José propuesto por el presidente costarricense, Oscar Arias.

La propuesta de Arias exhorta a la restitución de Zelaya -expulsado del país el 28 de julio a punta de fusil por el Ejército-, como salida a la peor crisis política en América Central en las últimas dos décadas.

"El retorno del señor Manuel Zelaya no es negociable como tampoco es negociable el estado de derecho de Honduras", dijo la viceministra de Relaciones Exteriores del Gobierno interino, Martha Alvarado, a emisoras locales.

"Aquí está muy claro, nosotros hemos actuado conforme a ley, aquí se ha destituido a un presidente que violentaba la ley, lo hemos sustituido por un presidente de acuerdo al proceso constitucional de Honduras", agregó la funcionaria.

El derrocamiento de Zelaya provocó una condena internacional.

El Gobierno de facto justifica la deposición de Zelaya bajo el argumento de que violó la Constitución al insistir en una consulta popular que abriera paso a su reelección presidencial.

"La comunidad internacional no puede imponerle a un país lo que sea por encima de la ley", aseguró Alvarado.

Roberto Micheletti, nombrado presidente por el Congreso tras la destitución de Zelaya, ha dicho que estaría dispuesto a renunciar al poder sólo si el mandatario depuesto desiste en retornar al cargo.

Honduras tiene previsto celebrar el 29 de noviembre elecciones generales en las que designará a un nuevo presidente.

Partidarios de Zelaya protestan a diario en Honduras desde el golpe, especialmente en Tegucigalpa, reclamando su restitución en el poder con manifestaciones en su mayoría pacíficas, que en algunos casos culminaron disturbios en los que murieron dos personas.