Actualizado 30/08/2009 06:53

RESUMEN 1-Washington despide a Kennedy, "el liberal más grande"

Por Deborah Charles y Svea Herbst-Bayliss

WASHINGTON/BOSTON (Reuters/EP) - Washington dijo adiós al senador Edward Kennedy mientras el ataúd del hombre que el presidente Barack Obama calificó como el "más grande legislador de nuestro tiempo" era enterrado tras cuatro días de emotivos tributos.

El cuerpo del senador fue conducido desde Boston, donde el patriarca de la dinastía política más preeminente de Estados Unidos recibió una emotiva misa de despedida en una basílica católico-romana, hasta el Cementerio Nacional de Arligton.

Ex mandatarios, congresistas de ambos partidos políticos y una multitud de cientos de personas aplaudieron cuando el coche fúnebre se detuvo en el Capitolio para un breve servicio religioso con su familia y cantaron "America the Beautiful" y "God bless America".

Luego, unos 200 invitados se reunieron alrededor de su ataúd para las lecturas de despedida en el Cementerio Nacional de Arlington, donde fue enterrado cerca de las tumbas de sus hermanos, el presidente John F. Kennedy y el senador Robert Kennedy, asesinados en 1963 y 1968, respectivamente.

El cardenal Theodore McCarrick, amigo personal de Kennedy, presidió los funerales y leyó una carta al Papa Benedicto XVI en la que el senador sostuvo: "Le escribo con profunda humildad para pedirle que rece por mí, debido a que mi propia salud se deteriora (...) Sé que he sido un ser humano imperfecto, pero con ayuda de mi fe, he tratado de corregir mi camino".

McCarrick también leyó la respuesta del Vaticano que dijo que el Papa le dio a Kennedy su "bendición apostólica".

Desde su muerte el martes por un cáncer cerebral a la edad de 77 años, los estadounidenses han tenido una serie de servicios conmemorativos para el último de los hermanos Kennedy, mostrando la fascinación que muchos sienten por una familia que es lo más cercano a un realeza estadounidense.

"El trabajo de vida de Ted Kennedy no fue para defender a quienes tenían riqueza o poder o conexiones especiales. Fue dar voz a los que no eran escuchados", dijo Obama en el discurso panegírico del funeral al que asistieron miembros de la elite política de Estados Unidos.

Obama perdió un importante aliado para su intento de hacer una revisión general de la salud con la muerte de Kennedy, un líder liberal, al que denominó "el alma del Partido Demócrata". Kennedy podría haber ayudado a Obama a conseguir los 2,5 billones de dólares necesarios para el sistema de salud, en el que hay casi 46 millones de personas sin seguro.

Kennedy fue senador bajo 10 presidentes durante 46 años, defendiendo causas desde los derechos civiles, la inmigración y la salud hasta el fin del apartheid en Sudáfrica, la oposición a la guerra en Irak y la paz en Irlanda del Norte.

Podía convencer a los republicanos en acuerdos tras bastidores aun cuando los conservadores se burlaban de él, llamándolo un amante sin remedio de los grandes Gobiernos.

"¿DONDE ESTARIA YO?"

La policía informó que unas 50.000 personas presentaron respetos durante los últimos dos días.

"¿Dónde estaría como un hombre negro sin los Kennedy?. Ellos creen en los derechos civiles y es por eso que estoy aquí para honrar a este gran hombre", dijo Clint Haymon, uno de los cientos de asistentes reunidos afuera de la iglesia a pesar de la persistente lluvia.

Dolientes desde la estrella de Hollywood Jack Nicholson al primer ministro irlandés Brian Cowen repletaron la Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, mientras el chelista Yo-Yo Ma tocaba y el tenor Plácido Domingo cantaba. Los discursos provinieron de muchas generaciones de la familia Kennedy.

Obama y los ex presidentes Jimmy Carter, George W. Bush y Bill Clinton se sentaron al frente con sus esposas.

Tras su panegírico, Obama abrazó a la llorosa esposa de Kennedy, Victoria, mientras mantenía una de sus manos en el ataúd.

Amado por los liberales, Kennedy fue tanto respetado como vilipendiado por los conservadores, muchos de los cuales nunca le perdonaron el accidente de auto en Chappaquiddick en 1969, cuando el vehículo que conducía cayó por un puente, escapando mientras una mujer que estaba con él murió.

No llamó a la policía por nueve horas, y el incidente posiblemente puso fin a cualquier posibilidad que haya tenido el demócrata de haber sido presidente.

Obama recordó las muchas tragedias por las que el senador atravesó, llamándolas "una serie de eventos que hubieran quebrado a un hombre menor".