Actualizado 27/06/2009 03:41

Reunión ONU adopta reforma financiera y critica EEUU

* A la ONU le falta autoridad y experiencia en finanzas globales: EEUU

* ONG critican propuestas de reforma financiera como desdentada

* Menos de una decena de líderes mundiales asistieron a la conferencia

Por Louis Charbonneau

NACIONES UNIDAS (Reuters/EP) - Una reunión de Naciones Unidas sobre la crisis financiera global adoptó propuestas el viernes para la reforma del sistema financiero mundial, pero Estados Unidos dijo que el organismo no tenía autoridad para ordenar cambios.

Tras meses de negociaciones, más de 140 miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas aprobaron por consenso una resolución de 15 páginas que se se quedó corta en temas específicos pero que incluye una mayor participación de la ONU en la toma de decisiones económicas globales.

"Hoy, hemos establecido en adelante nuestro consenso global en las respuestas a la crisis, priorizado acciones requeridas y definido un rol más claro para Naciones Unidas", indicó el texto.

"Lo estamos haciendo en interés de todas las naciones con el fin de alcanzar un desarrollo económico más inclusivo, equitativo, equilibrado, orientado al desarrollo y sustentable para ayudar a superar la pobreza y la desigualdad", agregó.

Como se esperaba, un miembro de la delegación de Estados Unidos leyó una declaración que distanciaba a Estados Unidos de parte de la resolución, incluyendo cláusulas sobre la reforma a organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

"Nuestra firme opinión es que la ONU no tiene la experiencia o el mandato para servir como un foro para el diálogo significativo o para ofrecer dirección en temas como los sistemas de reserva y las instituciones financieras internacionales", dijo el enviado de Estados Unidos, John Sammis.

Entre otras cosas, el texto insta a una mayor representación de los países en desarrollo y un mejor balance de género en el FMI y el Banco Mundial.

La resolución dice que algunos países han pedido "un sistema de reserva más eficiente" e insta a más estudio de la posibilidad de reemplazar al dólar con los Derechos Especiales de Giro del FMI como la principal unidad de reserva. Tanto Rusia como China han manifestado apoyo para la idea.

Sammis desestimó la idea que la conferencia de tres días había dado a la ONU un mandato para supervisar el sistema financiero e instituciones como el FMI y el Banco Mundial.

"Las instituciones financieras internacionales tienen estructuras de gobernabilidad (...) son independientes de la ONU", y sólo pueden ser cambiadas por sus juntas de Gobierno y accionistas, dijo.

DEFICIENCIAS

Diplomáticos del bloque del Grupo de las 77 naciones en desarrollo se quejaron también de que el documento final era decepcionante, pero agregaron que era positivo que hubiera tocado todos los temas clave.

Un delegado venezolano dijo a la reunión que la resolución tenía "grandes deficiencias" sobre todo en su fracaso de mandato de un rol de precios para Naciones Unidas en la economía global.

El ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Celso Amorim, dijo a la prensa que la resolución probó que "es posible para Naciones Unidas, para los 192 países (miembros), tener una discusión racional y crítica acerca de la crisis internacional".

Las organizaciones no gubernamentales que se concentran en combatir la pobreza global apoyaron la idea de una mayor intervención de la ONU en la economía mundial, pero dijeron que la declaración era inadecuada.

El Grupo de Economía Social Global (GSEG, por sus siglas en inglés) una organización que agrupa a más de 200 sindicatos, movimientos sociales y ONG, dijo en una declaración que estaba "seriamente decepcionado por el documento de clausura oficial".

GSEG dijo que la declaración era poco más que una petición no vinculante de fuertes medidas de estímulo fiscal mundial, la entrega de promesas de ayuda, alivio de deuda y garantías adicionales para los países más pobres.

La resolución final fue suavizada desde un borrador inicial preparado por D'Escoto y rechazado por las potencias occidentales como demasiado radical.

Aunque la reunión ha sido catalogada como una cumbre, ningún líder de Occidente asiste. Menos de una decena de presidentes y primeros ministros, la mayoría de América Latina y el Caribe, comparecieron. Otros que participan han enviado delegados de menor nivel.