Actualizado 06/12/2014 01:42

Rousseff está "cerca" de nombrar a ministro de Hacienda en Brasil, dice funcionario

Por Brian Winter

SAO PAULO, 19 nov, 19 Nov. (Reuters/EP) -

- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está "cerca" de nombrar a un nuevo ministro de Hacienda, dijo el miércoles un funcionario del Gobierno, una elección que definirá si adopta una postura más amigable con el mercado en su segundo mandato o si intensifica sus políticas de izquierda.

El funcionario, que habló bajo condición de anonimato, declinó decir exactamente cuándo se anunciará la decisión o quién será el elegido para reemplazar al saliente ministro de Hacienda Guido Mantega.

"Es probablemente la decisión más importante que tomará por el resto de su presidencia", sostuvo el funcionario, quien explicó por qué Rousseff ha esperado tanto para anunciar a su escogido tras ganar la reelección el 26 de octubre.

Algunos inversores han especulado que el anuncio podría tener lugar tan pronto como el miércoles, dado que el jueves es feriado en los mercados en la mayor parte de Brasil y daría a los inversores el tiempo necesario para digerir la información.

Rousseff había dicho que nombraría al sucesor de Mantega en algún momento tras volver de una cumbre de la semana pasada en Australia.

La mandataria volvió el lunes y pasó buena parte del martes reunida con su asesor más cercano, el jefe de gabinete Aloízio Mercadante.

Ha aumentado la presión sobre Rousseff para que haga la elección, dado que un creciente escándalo de corrupción que involucra a la petrolera estatal Petróleo Brasileiro SA amenaza con opacar su segundo mandato y afectar a la ya estancada economía.

La mayoría de los inversores esperan que escoja a Henrique Meirelles, un ex ejecutivo de Wall Street y presidente del banco central desde el 2003 al 2010, quien haría hincapié en la austeridad y en el combate a la inflación.

Rousseff también está considerando al actual jefe del banco central, Alexandre Tombini, y al ex asesor de Mantega, Nelson Barbosa, dijeron funcionarios. Ellos dos defenderían una mayor continuidad de las políticas y probablemente decepcionen a algunos inversores.

La moneda de Brasil, el real, se ha depreciado a mínimos de nueve años en los últimos días y el mercado de acciones ha oscilado mientras los inversores especulan quién ocupará el cargo.