Actualizado 15/07/2009 21:31

Soja argentina subiría a récord a expensas trigo y maíz

Por Maximilian Heath

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El área de la soja en Argentina podría subir un 11 por ciento en el ciclo 2009/2010, acentuando el predominio del grano sobre cultivos tradicionales como el trigo y el maíz, perjudicados por una grave sequía y limitaciones del Gobierno a las exportaciones.

El país sudamericano es el principal proveedor mundial de harina y aceite derivados de la soja, y la producción del grano volvería a crecer en el nuevo ciclo gracias a la mayor rentabilidad de la oleaginosa frente a los cereales y a la ganadería.

Los productores afirman que las repetidas intervenciones del Gobierno en los mercados de carne, trigo y maíz los están empujando desde hace años a la soja, cuya área llegaría a 19 millones de hectáreas en la nueva temporada, muy por encima de los 17,1 millones de la campaña 2008/2009, según Pablo Adreani, analista de la consultora AgriPAC.

Adreani vaticinó que la producción de soja 2009/10 llegaría a 54 millones de toneladas.

"En un año en donde todavía venimos con el tema de la crisis (internacional) y luego de un golpe muy duro de la sequía, el productor va a optar por los cultivos que sean más seguros y baratos", dijo Diego de la Puente, analista de la consultora Novitas, que también estimó el área del grano en 19 millones de hectáreas.

A diferencia de cultivos como el maíz y el trigo, la soja requiere de menos inversiones para la producción y se adapta con facilidad a climas diversos.

"Hacer una hectárea de soja te sale la mitad que hacer una hectárea de maíz, por lo menos. En algunos casos la relación es un poco mejor todavía a favor de la soja", dijo Sebastián Gavaldá, técnico de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea).

Una inusual sequía, que está azotando al país desde el año pasado, ya redujo la superficie del trigo 2009/2010 y amenaza la próxima siembra de maíz. Los lotes perdidos serían eventualmente absorbidos por la oleaginosa, cuya implantación comienza en la primavera austral.

"El área que estaba destinada a trigo no recibió agua en tiempo y forma suficiente y el panorama no hace prever que podamos destinar algunos lotes a siembra de girasol o de maíz", dijo Daniel Christiansen, chacarero de la provincia de Santa Fe, la tercera productora de la oleaginosa del país.

"La soja es la última alternativa, a la cual se le van a poner todas las fichas", agregó Christiansen.

La publicación Oil World, especializada en oleaginosas y derivados, calculó en un nivel de entre 19 y 20 millones de hectáreas la superficie para la soja argentina.

"SOJIZACION"

Los elevados valores internacionales de los granos y un tipo de cambio favorable desde el 2002 crearon un ambiente especialmente fértil para el grano en Argentina, que fomentó la llamada "sojización" de las tierras agropecuarias.

Pese a los beneficios económicos de la soja, muchos consideran que este proceso puede amenazar a los ricos suelos de la pampa húmeda porque, en busca de mayores ganancias, los agricultores pueden saltar la rotación de cultivos, necesaria para preservar los nutrientes edáficos.

Agricultores, enfrentados desde el 2008 con la presidenta Cristina Fernández por la política sectorial, culpan a las autoridades de asfixiar a las otras actividades agrarias, mientras que el Gobierno acusa a los productores por el crecimiento vertiginoso de la soja.

Según la Secretaría de Agricultura, ya en la campaña 2008/2009 más de la mitad del área agrícola total -cercana a 30 millones de hectáreas- fue dedicada a la soja. Y ahora el porcentaje sería muy superior.

Una de las ventajas de la soja es que su destino es básicamente la exportación, mientras que el maíz, el trigo, la carne y la leche tienen un amplio consumo en el mercado doméstico, por lo que la variación de sus precios tiene una fuerte repercusión social y política.

El Gobierno limitó las exportaciones de trigo, maíz, carne y leche en los últimos años para ampliar la oferta local y frenar la inflación en los alimentos, que perjudica principalmente al tercio de la población que vive en la pobreza, lo que afectó la rentabilidad de los productores.

"Vos sembrás maíz o trigo y no sabés si los vas a exportar, a qué precio los vas a vender, ni cómo te los van a pagar. Esa incertidumbre hace que te vuelques a la soja", dijo Gavaldá.

El conflicto del agro con el Gobierno se disparó en el 2008, luego de que la presidenta intentó subir los impuestos a la exportación de granos, iniciativa frustrada tras las duras protestas del sector.

Ahora que muchos productores se encuentran en crisis, el sector reclama bajas en los impuestos a las exportaciones, y aprovechará que varios dirigentes rurales fueron elegidos diputados en los comicios legislativos de fin de junio para discutir una reforma de las tasas en el Congreso.

"Salvo que se tome alguna medida política que tenga que ver con generar un precio interno más atractivo o abrir el mercado de exportación, está todo pensado para que el área de soja crezca", dijo De la Puente.