Actualizado 24/08/2016 12:30

S&P revisa de 'estable' a 'negativa' la perspectiva de la nota 'BBB+' de México

Pesos mexicanos
PIXABAY

CIUDAD DE MÉXICO, 24 Ago. (EP/Notimérica) -

La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) ha revisado de 'estable' a 'negativa' la perspectiva de la nota 'BBB+' de la deuda soberana a largo plazo en divisa extranjera de México por el crecimiento "decepcionante" de la economía azteca.

La corrección de la perspectiva refleja una probabilidad del 33 por ciento de que S&P acometa una rebaja en la calificación de la deuda soberana del país en los próximos dos años si la deuda gubernamental o la carga de intereses se deteriora más de lo previsto, según explica la propia calificadora de riesgo en un comunicado.

La agencia espera que la deuda neta mexicana alcance el 45 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2016, desde el 42 por ciento de 2015, y alcance niveles cercanos al 48 por ciento en 2019. "A pesar de que el endeudamiento de México es moderado, el Gobierno tiene menos margen fiscal que hace una década" --cuando la deuda era del 28 por ciento del PIB-- alega S&P.

De este modo, la calificadora señala que, a pesar de que las reformas estructurales llevadas a cabo por el Ejecutivo de Enrique Peña Nieto para modernizar la economía durante la primera mitad de su mandato han sido "impresionantes", la "debilidad" de la gobernabilidad --consecuencia del frágil estado de derecho y las percepciones de corrupción-- reduce su beneficio, "especialmente limitando la inversión".

El PIB de México experimentó en el segundo trimestre de 2016 un retroceso del 0,2 por ciento respecto a los tres meses anteriores, lo que supuso la primera contracción trimestral en tres años, mientras que en este periodo el repunte interanual fue del 2,5 por ciento.

De cara a 20116, S&P prevé que la economía azteca se extienda ligeramente por encima del dos por ciento en 2016 y cerca de un tres por ciento en el periodo comprendido entre los años 2017 y 2019, como consecuencia del crecimiento estable de Estados Unidos y el incremento gradual de la inversión en el sector energético mexicano.