NUEVA YORK (Reuters/EP) - El Gobierno estadounidense vendió 12.000 millones de dólares en bonos a 30 años el jueves y la operación tuvo una recepción sorpresivamente buena, coronando una semana de ventas de deuda que alejaron las preocupaciones por el financiamiento de la creciente deuda del país.
Las subastas de bonos son seguidas de cerca este año luego de que los inversores comenzaran a temer que la abultada emisión de deuda pudiera poner en riesgo la calificación del crédito estadounidense.
La subasta del jueves fue una reapertura de la emisión del mes pasado de los bonos con vencimiento en agosto del 2039. La demanda fue fuerte, con un ratio de cobertura de ofertas de 2,92, por encima del promedio de 2,38 visto en las últimas cuatro reaperturas.
En otra señal de la fortaleza de la demanda, el rendimiento de los bonos fue inferior al que mostraba al momento de la subasta la deuda a ese plazo ya emitida, lo que significa que los inversores no intentaron de manera agresiva hacer bajar los precios e impulsar los rendimientos.
Los inversores extranjeros e institucionales mostraron un apetito decente. Los oferentes indirectos, que agrupan a los bancos centrales internacionales, se llevaron un 46,4 por ciento de la operación, por encima del promedio de 40,9 por ciento.
La subasta sigue a otras dos realizadas esta semana, a plazos de tres y 10 años. En conjunto, el Tesoro volcó un total de 70.000 millones de dólares en deuda al mercado de bonos en los últimos días.
(Burton Frierson)