Actualizado 06/09/2009 15:30

Tensiones persisten en ciudad china de Urumqi tras despidos

Por Lucy Hornby

URUMQI, China (Reuters/EP) - La tensión persistía el domingo en Urumqi, en el remoto occidente de China, luego de los disturbios por una serie de reportes de ataques con jeringas, mientras un pequeño grupo de manifestantes pedía nuevamente la renuncia del máximo funcionario de la región.

La calma había llegado a buena parte de Urumqi después de que dos altos funcionarios fueron despedidos y médicos intentaran asegurar a los temerosos residentes que estaban a salvo, pero otro supuesto caso de ataque con jeringa despertó el domingo el enojo de chinos de la etnia han.

La policía los dispersó con gas lacrimógeno, de acuerdo a testigos.

La pequeña manifestación estuvo lejos de ser similar a las del jueves y el viernes, cuando decenas de miles pidieron la renuncia del secretario regional del gobernante Partido Comunista, Wang Lequan, afirmando que no había logrado dar seguridad a la población, luego de que el Gobierno culpara a separatistas por los supuestos ataques con jeringas.

Algunos también intentaron ingresar a zonas habitadas por la comunidad musulmana uigur.

Chinos han dijeron que estuvieron aliviados al escuchar el testimonio de médicos indicando que los ataques con jeringas no estaban propagando el virus del sida, aunque no estaban completamente satisfechos con el despido del secretario del partido de Urumqi, Li Zhi, y el jefe policial de la región de Xinjiang, Liu Yaohua.

"El despido de los dos líderes debería mejorar las cosas. Pero es demasiado pronto para decir que los ataques con jeringas han terminado", dijo un vendedor de frutas apellidado Ge.

La agencia oficial de noticias Xinhua no dio una razón para los despidos de Li y Liu. Ambos hombres desempeñaban sus cargos el 5 de julio, cuando 197 personas, en su mayoría chinos han, perecieron durante disturbios provocados por uigures, un grupo musulmán nativo de la región.

Chinos han se tomaron las calles esta semana por temor e irritación, y dijeron que el Gobierno no había juzgado a los autores de los disturbios ni protegido a sus ciudadanos, mientras se esparcían por la ciudad rumores de ataques con jeringas.

Las autoridades suspendieron la conexión a internet en la ciudad y limitaron el acceso telefónico por dos meses.

"Pensamos que podríamos contagiarnos de sida o algo así, y los niños y mujeres recibieron pinchazos, de modo que era aterrador", dijo un han de apellido Shou, quien al igual que varios de sus amigos leía el testimonio de médicos en el diario.

"Ahora sabemos que aunque recibas un pinchazo, no es gran cosa, es un alivio", agregó.

Cientos de soldados patrullaron las calles cerca del centro de la ciudad y fueron llamados para dispersar una pequeña protesta luego de que se expandieran los rumores sobre un ataque al interior de un mercado el domingo.

"Escuché que alguien recibió un pinchazo con una jeringa allá adentro. Fueron los uigures", dijo un hombre han, quien declinó dar su nombre.