Actualizado 26/03/2015 11:00

Tiempos convulsos impulsan las oportunidades económicas en Brasil

Tempos convulsos impulsionam oportunidades no Brasil
Foto: RICARDO MORAES / REUTERS

MADRID, 25 Mar. (Notimérica) -

   "Cuando hay dinero, hay amigos". Esta famosa cita popular podría definir perfectamente el momento actual por el que Brasil está pasando en estos momentos.

   Brasil es uno de los pocos países que presentan una tasa de desempleo del 5% y está entre la séptima economía mundial y la sexta, si se considera la población.

   Sólo Petrobras es responsable del 10% del PIB del país, lo equivalente al PIB que aporta España sólo con el sector turístico.

   Cuando el caso 'Petrolão' era desconocido por el pueblo brasileño y por la empresa nacional e internacional, el dinero parecía abundar en el país, y el 'Mensalão' era sólo una mala historia dentro del pasado Gobierno de Lula da Silva.

   Las proporciones que el caso 'Petrobras' ha tomado, a raíz de las investigaciones de la Operación Lava Jato, revelaron uno de los mayores esquemas de corrupción de Brasil, y ha puesto en el banquillo a importantes cargos de la petrolera, políticos y empresarios.

   Este ingrediente se sumó al crecimiento por debajo de lo esperado que Brasil tuvo en 2014, que ha llevado al Gobierno y a analistas a prever un 2015 difícil.

   Este 'difícil' merece una reflexión, ya que los números poco animadores no conllevan, sin embargo, un periodo negro y de retroceso económico como ocurrió con los países europeos a causa de la crisis económica originada en 2007. Este periodo difícil significa que Brasil caminará con pasos más lentos, en comparación a los últimos años, pero con una retomada en el alza para finales de 2016.

¿ES BRASIL AÚN UN PAÍS DE OPORTUNIDADES?

   Sí. Siempre hay oportunidades en medio de las crisis, bien lo sabía Albert Einstein, y esa misma opinión comparten los socios de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, Jaime Llopis y Andoni Hernández.

   Para Llopis, Brasil "continúa siendo un país de muchas oportunidades, en el cual la complejidad del sistema fiscal y la protección que el propio país crea para defender su mercado hace de él un ambiente difícil, pero no imposible".

   Invertir en Brasil requiere una planificación y el entendimiento de sus complejas normas tributarias, y siempre puede ser más fácil invertir cuando se busca socios locales, sin necesidad de centrarse solamente en socios públicos.

   En los últimos meses, Brasil sufre de caricaturas exageradas que prevén el fin de una era del resurgir económico. En esta búsqueda por entender al complejo gigante latinoamericano, la prensa extranjera y los analistas llevan a cabo estudios que predicen desde un supuesto golpe militar hasta problemas económicos y una improbable burbuja inmobiliaria.

   Sin entrar en temas de corrupción de Mensalão y Petrobras, o de quién roba más o menos, pero teniendo en cuenta la historia política de Brasil, es innegable que se trata de un país democrático que luchó a lo largo de su historia para llegar a un periodo de una democracia madura.

   Desde la segunda ronda de las elecciones, celebradas a finales del pasado mes de octubre, el mundo empresario internacional se hizo eco de movimientos separatistas y tentativas de golpe.

   Las pasadas elecciones fueron muy ajustadas, con resultados muy apretados, pero que garantizaron a la actual mandataria, Dilma Rousseff, por vía democrática, su reelección con 51,64 por ciento de los votos contra el 48,36 por ciento del candidato del Partido Social Democracia Brasileira (PSDB), Aécio Neves. Desde entonces, ha habido manifestaciones.

   En las últimas protestas del pasado día 15 de marzo, la encuestadora Datafolha constató que la mayoría de las personas que habían salido a la calle lo hicieron contra la corrupción y no contra la presidenta.

BRASIL NO ES UN CASO AISLADO

   Los problemas políticos y de corrupción de Brasil no son un caso aislado. España, por ejemplo, investiga el caso de corrupción llamado 'La trama Gürtel' desde 2007, en el que estarían implicados algunos de los políticos del partido gobernante.

   Chile también investiga el caso Penta, similar al caso Petrobras y recientemente el hijo de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, renunció a su cargo en una organización solidaria estatal, acusado de tráfico de influencias.

   A estos casos también se le suma el de Argentina, con acusaciones sobre el supuesto enriquecimiento de la actual gobernante, Cristina Fernández de Kirchner, y de su marido fallecido, Néstor Kirchner.

   Siendo así, no sería Brasil la única oveja negra generadora de una máquina imparable de corrupción.

   Al igual que el márketing busca resultados, la propaganda negativa y creciente sobre los problemas políticos y económicos de Brasil parecen dejar indecisos a los posibles inversores. Entretanto, como apuntan desde Cuatrecasas, puede ser que algunos sectores de Brasil no estén en su mejor momento, pero eso no significa que no se deba invertir.

   Hay sectores que reciben con una amplia sonrisa las inversiones de aquellas empresas que continúan viendo en Brasil la oportunidad y que, aunque no conozcan, al menos comprenden que su tamaño genera necesidades y oportunidades en distintos sectores.

   Uno de ellos es el sector del agua. Desde 2013 Brasil, sobre todo los estados de São Paulo y de Río de Janeiro, hacen frente a la llamada crisis hídrica. Esta crisis genera un escenario favorable para inversiones en este sector, como puede ser el tratamiento, depuración, canalización o riego, como apuntan desde Cuatrecasas.

   A este sector también se une el de la salud (liberación de inversión extranjera), energías renovables (eólica y fotovoltaica), infraestructuras (transportes, autobuses, ferroviarias y puertos), aeropuertos regionales, agroindustria y turismo.

   En esta línea, Cuatrecasas apunta que, dentro de la complejidad del país y considerando su tamaño y populación, lo más importante es planear los proyectos que se desean ejecutar en Brasil. Para ello, hay que tener en cuenta que es necesario evaluar el tipo de socio -público o local (privado)-, el tipo de financiación y conocer a fondo las necesidades inherentes al proyecto como la tributación, necesidad de permisos, tasas e importaciones.