Publicado 27/02/2014 22:23

"Trío tóxico" de los mercados emergentes complica la vida a fondos de bonos

Por Sujata Rao

LONDRES, 27 feb, 27 Feb. (Reuters/EP) -

- Los bonos en dólares de alto rendimiento de Venezuela, Argentina y Ucrania, que alguna vez fueron el corazón de las carteras de deuda emergente, han registrado fuertes pérdidas, dejando a los inversores desesperados por obtener los retornos que alguna vez ofrecieron esos papeles.

Esos países, bautizados por un inversor como el trío tóxico, sufren tensiones políticas -en distinto grado- y una caída de reservas en sus bancos centrales. Los precios en los mercados de seguros para deuda los ubican con una probabilidad de incumplimiento del 50 por ciento en los próximos cinco años.

En conjunto, los tres representan la décima parte del índice EMBI Global -que es usado por un 80 por ciento de los fondos de deuda emergente- o cerca de 250.000 millones de dólares. También tienen un peso del 2 por ciento, o entre 50.000 y 80.000 millones de dólares, en los índices de deuda corporativa, calculan analistas de Nomura.

Pero como sus bonos ofrecen jugosas tasas de interés, la participación del trío en las carteras tiende a superar por mucho ese umbral.

Mientras el promedio de la deuda soberana emergente tiene rendimientos de 3,5 puntos porcentuales sobre los bonos del Tesoro de Estados Unidos -menos del 6,5 por ciento en términos absolutos-, algunos de los papeles del trío tienen rendimientos de 10 puntos porcentuales sobre los referentes estadounidenses.

Con todo, los riesgos se están volviendo muy difíciles de soportar.

"Estamos subponderando al trío tóxico", dijo la semana pasada Kevin Daly, un gestor de cartera de Aberdeen Asset Management, en un foro de la Asociación de Negocios de Mercados Emergentes.

Y no está solo. Una encuesta a clientes de JPMorgan, que administra el índice EMBIG, mostró que los fondos están en posiciones récord de subponderación en Ucrania, en relación con el índice. Las posiciones promedio en Venezuela están algo por debajo de su peso en el índice, mientras que los gestores de fondos también han subponderado a Argentina.

La situación es inusual para deuda con tan elevados rendimientos, pero claramente el miedo al incumplimiento está aumentando según se aprecia en el mercado de seguros de crédito (credit default swaps) o CDS.

Normalmente, es más costoso asegurar deuda de largo plazo y los rendimientos de papeles con mayor madurez son más altos que los de bonos con vencimientos más próximos. Pero en el caso del trío, las curvas de los CDS están invertidas o casi invertidas, una típica señal de tensión que refleja miedo al incumplimiento de corto plazo.

"La situación en esos tres lugares es tan cambiante que estamos manteniendo tan bajo como es posible el exceso de riesgo en relación con el referente", dijo Steve Ellis, un gestor de fondos de Fidelity Worldwide Investments.

"No recuerdo haber subponderado (esa deuda) por un largo tiempo, el costo de hacerlo es demasiado castigo", dijo en relación a lo que dejan de ganar los inversores por no incluir esos papeles o tener menos de ellos en sus carteras.

INCUMPLIMIENTO

Sin embargo, a esta altura puede tener sentido asumir esa posición, dijo Jeremy Brewin, jefe de mercados emergentes de ING Investment Management, quien es neutral frente a los bonos emergentes de alto rendimiento, especialmente los de Ucrania.

"El momento para estar corto en deuda de alto rendimiento no es cuando se está desplomando, sino cuando el colapso del precio ocurre en tal medida que es el preludio a una reestructuración de deuda", dijo Brewin.

Detrás de los rendimientos de dos dígitos hay casos sombríos.

La destitución el sábado del presidente ucraniano pro ruso Viktor Yanukovich sería el fin de la propuesta de un rescate de 15.000 millones de dólares de Moscú, lo que deja probablemente el futuro financiero del país en manos del Fondo Monetario Internacional.

Argentina debe pagar 6.900 millones de dólares este año, pero esta enfrascada en un pleito con fondos de cobertura, un proceso que puede provocar un incumplimiento técnico si las cortes en Estados Unidos fallan en su contra.

Venezuela, miembro de la OPEP y el undécimo mayor productor de crudo del mundo, no parece un candidato a una cesación de pagos, pero una economía maltrecha y protestas contra el Gobierno están haciendo más difícil implementar reformas que se necesitan con urgencia.

Venezuela y la petrolera estatal PDVSA deben pagar 5.500 millones de dólares en deuda este año y hasta 17.500 millones de dólares tienen vencimiento para el fin del 2017, según cálculo de la correduría Exotix. Sin embargo, según algunas mediciones, la moneda dura disponible en las reservas sólo llega a 2.000 millones de dólares o cerca de ese nivel.

Eso puede explicar por qué el bono de Venezuela de 9,25 por ciento al 2027 está ofreciendo más de un 14 por ciento de rendimiento y encontrando poca demanda.

"Nuestros modelos (de inversión) sugieren que deberíamos sobreponderar Venezuela, pero desde un punto de vista fundamental estamos preocupados y es por eso que de alguna manera estamos minimizando lo que el modelo sugiere", dijo Ellis de Fidelity.

La retirada de los gestores de fondos ha llevado los retornos de los tres países en lo que va del año a pérdidas de cerca de un 6 al 7 por ciento, arrastrando al índice amplio EMBIG. Otros países del índice, como Brasil, India, Turquía y Sudáfrica han tenido retornos de entre un 1 y un 3 por ciento en lo que va del 2014.

ESTRATEGIAS

¿Donde puede buscar rendimientos un inversor?

Una posibilidad es la deuda en dólares de países africanos u otras economías fronterizas, dice Ellis. Los bonos de Belice, Honduras y Armenia se han desempeñado bien este año, por ejemplo.

Inversores también están tomando posiciones en deuda de corto plazo de Venezuela, asumiendo que las ventas petroleras permitirán al país cumplir sus compromisos en el año, mientras que los bonos largos parecen más riesgosos.

Patrick Esteruelas, jefe de investigación soberana del fondo de cobertura Emso Partners, ve a la deuda en dólares local de Argentina como una apuesta más segura que la emitida en Estados Unidos.

Incluso si Buenos Aires se ve obligada a incumplir por el caso judicial, va a responder a otros bonos para mostrar su disposición a pagar, argumentó.

"Si bien esta deuda de alto rendimiento presenta varios desafíos y riesgos políticos que son difíciles de valorar, hacerlo bien puede en lo fundamental decidir tu capacidad para superar al índice", añadió.

(Por Sujata Rao; Editado en español por Javier López de Lérida)