Actualizado 27/08/2009 00:53

Unasur debate bases Colombia, en clima tenso

Por Damián Wroclavsky

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La fragmentada Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) debatirá el viernes en Argentina las consecuencias de un acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, que disparó tensiones en una región marcada por profundas diferencias políticas.

La cumbre de la asociación regional en la ciudad sureña de San Carlos de Bariloche condensará las diferencias existentes entre Colombia y sus vecinos Venezuela y Ecuador, en contraste con el tono moderado que buscan imponer países como Brasil, Chile y Argentina.

"Va a ser un intercambio de opiniones, pero nadie va a cambiar su posición", previó sobre el encuentro Rubens Barbosa, ex embajador brasileño en Washington y en Londres.

"No se va a tomar ninguna decisión porque hay una división grande en la región. Colombia va a continuar con su tratado y no le veo ninguna salida a esto", añadió Barbosa, actualmente consultor.

Se espera que el mandatario colombiano, Alvaro Uribe, dé detalles en Argentina del pacto que permitirá a Washington usar siete bases militares en el país andino, una medida que llevó a su colega venezolano, Hugo Chávez, a agitar el fantasma de un enfrentamiento bélico por considerarlo una amenaza.

Bogotá instó a Chávez a mantenerse ajeno a sus asuntos internos y dijo que el convenio es una extensión de la ayuda ya existente para combatir al terrorismo y el narcotráfico.

"Unasur puede ser en este momento un gran dolor de cabeza para Colombia (...) Va a estar en el banquillo de los acusados", dijo Vicente Torrijos, experto en relaciones internacionales de la Universidad del Rosario, en Bogotá.

Desde el 2000, Washington entregó a Colombia cerca de 6.000 millones de dólares y tiene apostados en el país sudamericano 800 soldados y 600 contratistas civiles.

La cumbre en Argentina seguirá a la realizada 15 días atrás en Quito, que terminó sin mayores resultados y con la ausencia de Uribe, quien considera a Ecuador un territorio hostil.

Ambos países sudamericanos rompieron lazos en el 2008 luego de que fuerzas militares desde Colombia atacaran un campamento fronterizo de la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano. El grupo es considerado "terrorista" por Bogotá.

El mandatario boliviano, Evo Morales, opositor a la política estadounidense, afirmó que planteará en Bariloche realizar un referendo para que los pueblos de las naciones que conforman la Unasur "digan sí o no" al tratado militar entre Colombia y Estados Unidos.

Fuera del polémico asunto de las bases, Perú podría solicitar explicaciones en la reunión sobre un supuesto pacto secreto entre Chile y Bolivia para darle una salida al mar al país altiplánico.

La existencia del acuerdo fue desmentida por ambos países, pero Lima insiste en que Santiago y La Paz deben dar detalles sobre sus últimos contactos diplomáticos, una exigencia que fue considerada irritante por el Gobierno de Chile.

"Rechazamos de manera categórica la intromisión de un tercer país en las relaciones bilaterales de Chile. Este no es un tema para ningún organismo multilateral y menos para que haya una inquisición de parte de terceros países", dijo el canciller chileno, Mariano Fernández, a periodistas.

Un acuerdo fronterizo entre Chile y Bolivia puede entorpecer un reclamo sobre límites marítimos que Lima mantiene con Santiago.

RELACIONES DIFICILES

Para muchos analistas, la región es el escenario de una disputa entre gobiernos de izquierda, liderados por Venezuela, con otros de derecha, encabezados por Colombia.

"No encuentro motivos para ser optimista en esta reunión", dijo el ex vicecanciller argentino Andrés Cisneros.

"Cuando una región está dividida como lo está la nuestra, en una guerra ideológica civil, los conflictos se referencian automáticamente a ese combate mayor que no está resuelto. Por eso tampoco puede resolver los conflictos puntuales", añadió.

La visión más positiva que manejan analistas es que la cumbre salde con una mejora del diálogo, una moderación de los cortocircuitos y un compromiso de transparencia a la hora de informar las actividades planificadas.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo recientemente que Bariloche será una prueba para Sudamérica y su Gobierno anticipó que Uribe no será arrinconado.

Lula también impulsa gestiones para que el presidente estadounidense, Barack Obama, se involucre en el conflicto que hizo escalar el riesgo político regional y que llevó a Venezuela a decir que dejaría de importar productos colombianos por miles de millones de dólares.

Pero, otros creen que el carácter estructural de la disputa y la sucesión de estériles reuniones presidenciales son un síntoma de la falta de entendimiento que rige en Sudamérica.

"Cuando la diplomacia no funciona, se hacen cumbres", resumió un funcionario retirado que pidió no ser identificado.