Actualizado 17/12/2013 21:58

Mujica dice que trabajará "duro" pero "sin andar boconeando" para defender los puertos uruguayos

El presidente de Uruguay, José Mujica.
PRESIDENCIA DE URUGUAY/EUROPA PRESS


MONTEVIDEO, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Uruguay, José Mujica, ha advertido de que su Gobierno seguirá trabajando "duro", pero "sin andar boconeando" para hacer que Argentina dé marcha atrás en su decisión sobre la actividad portuaria y ha advertido de que este enfrentamiento afectará también al país vecino.

"Estamos trabajando duro desde el primer momento (...) Probablemente tengamos que recorrer el camino más largo, que paradójicamente suele ser el único posible hasta el más corto, pero nos estamos moviendo en todos los terrenos sin andar boconeando", ha dicho, en declaraciones realizadas a la emisora uruguaya M24.

Mujica se ha mostrado consciente de que "no hay ninguna solución de carácter inmediato". "Tenemos claro que tenemos que ir a por todo, porque esto no se arregla a través de la prensa, ni mucho menos con gestos que son 'pour la gallerie', por apariencia", ha apuntado.

El ex guerrillero ha lamentado que finalmente la decisión argentina haya llevado a una política de confrontación, al considerar que "hay mucho que perder" para todas las partes. "Obviamente, Uruguay tiene mucho que perder porque es pequeño, pero a quien más va a perjudicar es a Argetnina y, sobre todo va a herir a la región", ha alertado.

Así, ha abogado por que los países de la región "se defiendan como un conjunto frente al mundo", en lugar de "defenderse los unos contra los otros, cayendo en esa política insular que termina perjudicando a la integración regional, haciendo añicos el Mercado Común del Sur (Mercosur)".

"No estoy de acuerdo con la visión de que un país, en la defensa de los legítimos derechos de su gente, tenga que afectar a otro y al Mercosur, sino que debemos buscar salidas conjuntas y salidas de integración de lucha complementaria", ha subrayado.

Además, ha advertido de que "indirectamente estas políticas tienden a colaborar con aquellos que quieren que esta versión del mundo sea librecambista, que sea una gigantesca feria de venta de mercadería y que, en definitiva, no integremos nuestra economía, sino que hagamos negocios".

"ETERNA LUCHA"

Desde una perspectiva histórica, ha recordado que se trata de una "eterna lucha que, en estos tiempos de globalización y cuando el mundo está creando bloques por encima de los países tradicionales, debiéramos poder remontar, porque lo que tenemos que llamar hoy nuestra gente es todo el Mercosur, y no un país aislado por grande que sea".

Mujica ha indicado que desde las primeras décadas del siglo XX "los intereses porteños, los intereses que se anudan económica y políticamente al manejo del puerto de Buenos Aires, tuvieron siempre una actitud durísima de oposición por todos los medios al puerto de Montevideo".

"Pero ojo, quiero separar algo que puedo llamar la responsabilidad porteña del concepto de argentinidad porque quienes conozcan la historia de esta región deben tener claro que cosas similares y peores padecieron también las provincias argentinas y por algo la enorme disputa de federales y unitarios", ha remachado.

CONFLICTO PORTUARIO

Mujica se ha referido a la decisión anunciada esta semana por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina de que dentro de los países de Mercosur las cargas de exportación originadas en puertos argentinos "únicamente sean transbordadas en otros puertos de jurisdicción nacional o en puertos de los Estados de Mercosur y de los Estados asociados que mantengan acuerdos vigentes de transporte marítimo de cargas con Argentina".

Esta decisión afecta directamente a Uruguay, dado que no tiene este tipo de acuerdos con el Gobierno argentino y, además, se suma a otras restricciones y demoras que sufren las mercancías uruguayas para entrar en el país vecino.

El presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP) de Uruguay, Alberto Díaz, ha indicado que el país mueve 100.000 contenedores de mercancía argentina en tránsito cada año, lo que genera a la ANP una facturación anual que oscila entre los dos y los tres millones de dólares, al margen de los beneficios para las empresas navieras.

Por su parte, el presidente del Centro de Navegación, Mario Baubeta, ha señalado que la medida argentina podría suponer pérdidas de 100 millones de dólares para Uruguay. "El impacto es infernal", ha sostenido, según el diario uruguayo 'El País'.

"Hay 100.000 movimientos de exportación más 30.000 movimientos de importación al año en base a 2012. Pero si el puerto va a dejar de ser concentrador, tampoco van a venir los 67.000 contenedores vacíos. Entonces se da una afectación directa que es un 26 por ciento de la operativa total. Y hay 200.000 más en riesgo porque al tener menos buques grandes quedaría un puerto menor para contenedores", ha detallado.