Publicado 12/06/2020 14:26

Uruguay reduce los requisitos para solicitar la residencia fiscal para atraer inversión extranjera

El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou - PRESIDENCIA URUGUAY - Archivo

MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

Uruguay ha reducido la cantidad mínima de patrimonio neto requerido para solicitar la residencia fiscal en el país desde 1,7 millones de dólares (1,5 millones de euros) a 377.000 dólares (333.205 euros), con el objetivo de atraer la inversión extranjera, en el marco de la fuga de capitales que los países latinoamericanos están sufriendo por la crisis de la pandemia.

Así lo ha establecido un decreto firmado por el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou. Además de la reducción en la cantidad exigida, el texto establece que se podrá acceder a la residencia fiscal a través de una inversión directa o indirecta en una empresa del país por unos 1,6 millones de dólares (1,4 millones de euros) a partir del próximo 1 de julio, a diferencia de los 4,8 millones de dólares (4,2 millones de euros) actualmente exigidos.

Al mismo tiempo, se establece también una reducción de los requisitos para aquellas personas extranjeras con empresas en Uruguay que a partir de julio generen, al menos, 15 puestos de trabajo directos en relación de dependencia.

El documento recoge que es necesario ajustar la regulación del régimen de residencia fiscal con la finalidad de promover la inversión extranjera, resaltando que Uruguay es un país "de puertas abiertas" con una política migratoria que otorga un marco de seguridad pública, jurídica y económica para todas las personas extranjeras.

Por otra parte, la norma subraya que, en definitiva, se impulsa una política de estímulo a la inversión como instrumento "idóneo" para la generación de empleo y mejoría del bienestar general, para que puedan instalarse en el Uruguay todos los extranjeros que deseen elegir al país como destino de sus proyectos personales y económicos.

La pandemia de Covid-19 ha desencadenado la mayor salida de capitales de las economías emergentes desde que existen registros y que, solo en el mes de marzo, alcanzó un récord de 83.300 millones de dólares (76.250 millones de euros), según el seguimiento realizado por el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).