Actualizado 22/08/2009 23:21

Venezolanos marchan por ley de educación, policía usa gases

CARACAS (Reuters/EP) - Miles de venezolanos participaban el sábado en dos marchas rivales en Caracas, organizadas en torno a una polémica nueva ley de educación que, según la oposición, aumenta el control del presidente Hugo Chávez sobre escuelas y universidades.

Cientos de personas vestidas de rojo en apoyo al Gobierno bailaban al ritmo de la salsa en vivo en el centro de la capital del país sudamericano, mientras opositores a la ley, muchos con prendas blancas, marchaban a través de una de las principales avenidas de Caracas.

Cerca del mediodía, la concentración opositora fue repelida por la Policía Metropolitana con bombas lacrimógenas y carros lanza-agua, tras un intento de los opositores de derrumbar una barricada colocada por las autoridades de Gobierno y llegar hasta la Asamblea Nacional.

La educación es uno de los temas de mayor sensibilidad del país. Un intento previo de reformar la escolaridad produjo gigantescas protestas que, unido con otros temas y un clima de tensión política, culminó en un corto golpe de estado en contra de Chávez en el 2002.

La nueva ley, aprobada la semana pasada después de pequeñas manifestaciones en rechazo a la norma, permite que los consejos comunales oficialistas tengan un papel importante en las operaciones de las escuelas y universidades.

La norma también dice que el sistema educativo deberá guiarse por la llamada doctrina "Bolivariana".

El socialista Chávez describe su propio Gobierno como una "Revolución Bolivariana" -inspirada en las ideas del héroe patrio Simón Bolívar de principios del siglo XIX-, pero los críticos afirman que la ley prevé una educación ideológica inspirada en el comunismo cubano.

El Gobierno alega que la legislación asegura el ingreso justo al sistema educativo en la nación productora de petróleo y garantiza el libre pensamiento.

"Este instrumento permite, en el caso de la educación universitaria, el derecho a todos los estudiantes a ingresar al sistema sin que nadie les tenga que estar haciendo pruebas (...) esta es una ley que da inclusión", dijo eufórico el ministro de Educación, Luis Acuña, en la marcha oficial.

Algunos opositores marcharon cargando pancartas con el mensaje: "No me calo tu ley cubana".

Chávez está comprometido con fortalecer la presencia del Estado en la vida del país petrolero. Incluso está apresurando la redacción de más de una docena de leyes para regular la economía, el trabajo y el comercio, aprovechándose de la débil oposición con que cuenta en el Parlamento.

La semana pasada, antes de ser aprobada la ley, un pequeño grupo de opositores que marcharon en rechazo al texto fue dispersada por la policía.

Un grupo de periodistas que expresó su rechazo por la legislación fue severamente golpeado ese día, aparentemente por simpatizantes de Chávez.

Ante posibles brotes de violencia, las autoridades se aseguraron de que las rutas de las dos marchas no se encontraran y el ministro de Interior, Tareck El Aissami, dijo el viernes que estaban prohibidas las bebidas alcohólicas y el porte de armas.

Venezuela ha tenido débiles leyes sobre el porte de armas de fuego y es común presenciar leves tiroteos en las protestas.

La jerarquía de la Iglesia Católica y las autoridades universitarias se han opuesto a la ley. La Iglesia dice que se verán obligados a reducir la educación religiosa y que la norma elimina la obligación del Estado de subsidiar los colegios privados con participación eclesiástica en las zonas pobres.

Las universidades y las escuelas privadas temen que crezca la influencia del Gobierno en las aulas, mediante la mayor participación de los consejos comunales, a menudo leales con los lineamientos de Chávez.

Los medios de comunicación se han quejado de la ley, ya que contiene un artículo que obligará a los maestros a enseñar pensamiento crítico ante los medios.