CARACAS, 28 nov, 28 Nov. (Reuters/EP) -
- El ministro de Petróleo y Minería de Venezuela, Rafael Ramírez, dijo el jueves que la OPEP debe mantener en la próxima reunión su nivel actual de producción, considerando que hay un exceso en el volumen de inventarios.
El funcionario también saludó las conversaciones entre Irán y seis potencias mundiales para generar un acuerdo preliminar que contenga el plan nuclear iraní, agregando que un eventual aumento de la producción de crudo en ese país obligará al resto de los países de la OPEP a acomodar sus cuotas de bombeo.
La próxima reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se llevará a cabo el 4 de diciembre.
"Hay mucha construcción de inventarios y están por encima de todos los promedios, hay demasiado petróleo. Hay más de 2 millones de barriles de petróleo que deben ser recogidos. Nuestra posición en el seno de la OPEP será mantener el nivel de producción actual", dijo Ramírez a periodistas.
La OPEP tiene un techo de producción de 30 millones de barriles diarios (bpd), establecido tras la caída de los precios petroleros en medio de la crisis mundial.
Ramírez señaló que hay miembros que han excedido su cuota negociada de bombeo, incrementando los suministros.
El precio de los crudos en el mercado internacional ha registrado retrocesos en las últimas semanas, anticipando un acuerdo con Irán, aunque las partes han sido cautas en cuanto a las concesiones que están dispuestas a ofrecer.
La negociación, que marca un hito para las fracturadas relaciones entre Estados Unidos e Irán, aliviaría parte de las sanciones económicas impuestas por Washington y la Unión Europea a la república islámica, a cambio de restringir su programa nuclear, incluyendo el enriquecimiento de uranio.
"Nosotros estamos contentos porque no queremos petróleo por sangre", dijo el funcionario.
Ramírez agregó que levantar las sanciones de exportación de crudo iraní obligaría a los miembros de la OPEP a organizar sus porcentajes de producción dentro de los topes actuales de bombeo.
Las ventas de petróleo de Irán han caído más de la mitad desde el 2011, a cerca de un millón de bpd, como resultado de una combinación de sanciones de Estados Unidos y Europa contra su comercio de crudo, seguros de flotas mercantes y transacciones financieras.