Foto: Carlos Garcia Rawlins / Reuters
CARACAS, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció el sábado una nueva subida del salario mínimo del 10 por ciento a partir del 1 de noviembre, lo que se une al aumento del 20 por ciento en mayo y el 10 por ciento en septiembre. Sin embargo, la inflación de los últimos doce meses se sitúa en el 45,4 por ciento, lo que implica que los venezolanos que menos ganan siguen perdiendo poder adquisitivo.
Según los datos del Banco Central de Venezuela, en los últimos doce meses la inflación se situó por encima del 45 por ciento, a pesar de que el Gobierno había fijado en sus presupuestos que los precios aumentaría entre un 14 y un 16 por ciento. En los ocho primeros meses, la inflación se situó en el 32,9 por ciento.
Según los datos de las instituciones venezolanas, el salario mínimo se situará en noviembre en los 2.973 bolívares (444 dólares), aunque este dinero no cubre la cesta alimentaria --7.405 bolívares (1.177 dólares)-- y las personas más pobres deben recurrir a los bonos de alimentos.
Maduro ha destacado que el sueldo mínimo en Venezuela es el más alto de la región. Sin embargo, el constante aumento de los precios está provocando que los ciudadanos pierdan cada vez más poder adquisitivo.
El principal líder de la oposición, Henrique Capriles Radonski, calificó el domingo de "burla" el aumento de los sueldos en un 10 por ciento, porque "eso sólo representa 9 bolívares diarios". "El que gana salario mínimo no puede comprar la canasta básica, no le alcanza y si se enferma, o compra la medicina o come", destacó el gobernador de Miranda.
"¿Qué hace usted hoy con 100 bolívares? Vaya y busque una medicina y vea lo que le pasa a la mayoría, que tiene que devolverla porque no les alcanza. ¿Ustedes saben cuándo están las cosas mal? Cuando el Gobierno se burla del pueblo", denunció.