Actualizado 12/12/2009 03:42

Venezuela.- Venezuela interviene otro banco por falta de liquidez


CARACAS, 12 Dic. (Reuters/EP) -

Venezuela intervino este viernes el pequeño banco Banorte por problemas de liquidez, después de haber aplicado acciones similares contra otras siete instituciones en las últimas semanas. El Gobierno venezolano descarta estar frente a una crisis financiera: la Superintendencia de Bancos (Sudiban) aseguró en un comunicado que la medida garantizaba el 93,34 por ciento de los depósitos en la entidad, que cuenta con 68.865 clientes.

"Este banco, que ya venía siendo objeto de medidas administrativas por parte de la autoridad supervisora y había visto rechazada su solicitud de traspaso de acciones, ha incurrido en una situación de falta de liquidez que no le permite cubrir sus obligaciones a corto plazo", informó esta institución.

Con esta ya suman ocho las instituciones financieras con problemas que han requerido la acción directa del Fondo de Garantía de Depósitos y Protección Bancaria. A esto se suma la intervención de una importante casa de bolsa y la nacionalización de una de las aseguradoras más grandes del país.

Sin embargo, desde Sudiban sostienen que la banca en general es sólida y que las acciones contra las entidades están motivadas por la deficiente administración que sus dueños hicieron de los recursos y no por una crisis del sistema.

Pese a que Chávez ha nacionalizado amplios sectores de la economía durante su década en el poder, algunos analistas estiman que no estaría a su alcance una nacionalización a gran escala de la banca, ya que esto causaría un pánico que se traduciría en la retirada de fondos.

Parte de las instituciones intervenidas pasarán a formar parte de un nuevo banco llamado Bicentenario, junto al estatal Banfoandes. Las acciones generaron nerviosismo en los mercados sobre la salud del sistema del país sudamericano, sumergido en recesión tras disfrutar de más de cinco años de bonanza económica.

La situación actual ha despertado amargos recuerdos de la crisis financiera que acabó con casi la mitad de los bancos a mediados de la década de 1990 y que costó al Gobierno unos 11.000 millones de dólares.