Actualizado 14/08/2009 01:35

Zelaya agradece a Bachelet apoyo tras golpe Honduras

SANTIAGO (Reuters/EP) - El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, agradeció el jueves el apoyo de Chile tras el golpe de Estado del 28 de junio y ante una estatua del derrocado mandatario chileno Salvador Allende saludó a decenas de partidarios que apoyan su restitución.

Zelaya, quien fue sacado de su casa a punta de pistola y trasladado a Costa Rica por militares, llegó pasado el mediodía al palacio de Gobierno de la capital chilena y almorzó con la mandataria Michelle Bachelet, una férrea defensora del destituido líder hondureño, y líderes políticos del país.

El depuesto mandatario ha recorrido varias naciones de la región, entre las que destacan recientemente México y Brasil, en busca de apoyo para regresar al poder y pidiendo a los gobiernos que no reconozcan al presidente interino Roberto Micheletti.

Bachelet recibió a Zelaya en la entrada del palacio y con un gesto lo invitó a acercarse y saludar a los manifestantes que lo esperaban a la salida de la casa de Gobierno.

Frente a una estatua del socialista Allende, quien fue derrocado por un golpe militar encabezado por el general Augusto Pinochet en 1973, Zelaya agradeció con un megáfono en mano la invitación de la mandataria chilena.

"Quiero reconocer en el pueblo chileno la integridad para que no pueda retornar a nuestros países y a nuestra sociedad ni los golpes de estado ni los dictadores", dijo Zelaya.

"Hoy quisiera expresar aquí frente a la figura de Salvador Allende, mi admiración y mi respeto (...). Algún día las grandes alamedas se abrirán para que (la) recorran los hombres libres de América", agregó citando la famosa frase del derrocado presidente chileno.

Minutos después, Zelaya se dirigió a la reunión programada con Bachelet en el palacio de La Moneda.

"Hemos querido que él venga para reiterarle el reconocimiento de Chile al presidente Zelaya como el presidente democráticamente electo por los hondureños", dijo Bachelet a periodistas, antes de un almuerzo con el depuesto mandatario hondureño.

NO QUIERE TERMINAR ACRIBILLADO

Chile ha condenado el golpe y se ha negado a reconocer al Gobierno de facto de Micheletti, quien tomó el poder con ayuda de militares.

"La primera llamada que recibí luego del golpe de Estado, condenándolo, fue de la presidenta Michelle Bachelet", dijo Zelaya a los periodistas. "Ustedes han conocido las dictaduras y sé que las condenan", agregó.

Según distintos testimonios, Allende se suicidó en La Moneda durante el bombardeo a la sede de Gobierno por parte de los militares el 11 de septiembre de 1973, aunque durante la dictadura sus partidarios creyeron que había sido asesinado.

Zelaya recordó que ha recibido amenazas de muerte si regresa a Honduras.

"Aquí al lado izquierdo fue acribillado Salvador Allende, un presidente demócrata chileno, y no quisiéramos que esto tampoco sucediera en Honduras en las próximas horas", dijo Zelaya a periodistas en La Moneda tras el almuerzo con Bachelet, indicando el lugar donde murió Allende.

Micheletti ha resistido a las persistentes presiones internacionales para devolver el mando a Zelaya, incluyendo las de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cuya presidencia pro témpore entregó esta semana Chile a Ecuador.