Actualizado 08/12/2014 07:40

Zona euro evitará recesión, pero persiste riesgo de estancamiento: Comisión Europea

Por Robin Emmott

BRUSELAS, 4 nov, 4 Nov. (Reuters/EP) -

- La frágil zona euro necesitará otro año para alcanzar un modesto nivel de crecimiento económico, dijo el martes la Comisión Europea, al revisar sus previsiones y anticipar más de la inflación a la baja y el elevado desempleo que afectan al bloque.

En sus estimaciones del otoño boreal, la Comisión Europea dijo que la economía de la zona euro se expandiría un 0,8 por ciento este año, un 1,1 por ciento en 2015 y un 1,7 por ciento en 2016, un nivel que el brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE) dijo hace seis meses que lograría el año próximo.

El retraso de la mejora económica se atribuye al lastre que supone para la economía del bloque monetario la situación de miembros importantes como Francia e Italia.

La débil recuperación de la zona euro desde la crisis financiera se está convirtiendo en una preocupación generalizada a medida que el bloque, que genera una quinta parte de la economía mundial, queda rezagado en la recuperación global más amplia que encabeza Estados Unidos.

"La ralentización en Europa ocurre porque sigue rondando el legado de la crisis económica y financiera mundial", dijo Marco Buti, director general del departamento de economía de la Comisión Europea.

"Vemos que el crecimiento se frena en Alemania, un estancamiento prolongado en Francia y contracción en Italia", dijo en un comunicado sobre las previsiones para el periodo 2014-2016.

Los datos de la Comisión parecen evitar la recaída en recesión que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, advirtió a los dirigentes de la UE en una cumbre en Bruselas el mes pasado, pero pese a la lenta tendencia a la mejoría, los indicadores siguen siendo débiles.

La inflación será del 0,5 por ciento este año, del 0,8 por ciento en 2015 y del 1,5 por ciento en 2016, por debajo del objetivo del 2 por ciento que el BCE juzga saludable para la economía. El desempleo, en tanto, rondará el 10,8 por ciento en 2016.

Los datos probablemente apoyen las demandas de economistas e inversores para que el BCE se embarque en un programa de compra de bonos para estimular la economía similar a los aplicados por Japón, Reino Unido y Estados Unidos.