Actualizado 26/04/2014 05:40

Ecuador confirma la expulsión de militares estadounidenses del país

Embajada de EEUU en Jerusalén
Foto: REUTERS

QUITO, 26 Abr. (Notimérica/EP) -

   El viceministro de Relaciones Exteriores e Integración Política de Ecuador, Leonardo Arízaga, ha confirmado que un grupo de militares estadounidenses que permanecía en la embajada norteamericana en Quito deberá abandonar el país a solicitud del Gobierno nacional y da un plazo de una semana --hasta finales de abril-- para que se haga efectivo.

   "En efecto, a finales de abril se cierra la Oficina de Cooperación de Seguridad", ha asegurado el funcionario ecuatoriano, sólo unas horas después de que el portavoz de la sede diplomática, Jeffrey Weinshenker, indicase que, aunque Estados Unidos respeta "la decisión soberana de Ecuador", lamenta el impacto que tendrá en la cooperación bilateral en materia de seguridad.

   Sin embargo, Arízaga considera que esta decisión no afectará a las relaciones bilaterales entre ambas naciones. "Nosotros vamos a seguir teniendo relaciones con Estados Unidos en materia de seguridad, pero de Gobierno a Gobierno, a través de las agregadurías, y en base al respeto mutuo", ha apostillado.

   En cualquier caso, el vicecanciller ecuatoriano aclaró ha concretado que "la salida de los efectivos del Comando Sur no afecta al personal de la Agregaduría militar estadounidense, que depende del Departamento de Estado" y añade que la decisión fue planteada por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y el canciller, Ricardo Patiño, meses atrás.

   De hecho, el pasado mes de enero, Correa ya expresó su malestar por la presencia de militares estadounidenses en el país andino a través, precisamente, de la Oficina de Cooperación de Seguridad. "Son alrededor de 50 (militares estadounidenses). ¿Quién puede justificar algo así? Ya estamos actuando al respecto", dijo. Weinshenker ha detallado que, en realidad, hay 20 personas, entre civiles y militares.

   Las relaciones bilaterales ya se resintieron el pasado 12 de diciembre, cuando la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID) envió una carta al Gobierno de Correa para comunicarle la cancelación de su ayuda.

   La USAID justificó su decisión por la imposibilidad de llegar a un acuerdo bilateral sobre su distribución y por la decisión de las autoridades ecuatorianas de no aceptar nuevos proyectos ni ampliar los ya existentes como razón para cancelar su ayuda.

   "Nuestros programas de ayuda para los próximos años nos hubieran permitido asociarnos con los ecuatorianos para cumplir sus propias metas de desarrollo en áreas críticas", lamentó la USAID, de acuerdo con la misiva.