QUITO, 18 Nov. (EP/AP) -
El Gobierno ecuatoriano advirtió hoy al Congreso de que le quedan "pocos días de vida", en medio de una pugna política que se intensifica tras la derogatoria de doce estados de emergencia que había dictado el régimen en distintas áreas.
"Estamos viviendo este último pataleo, el cual es como una bestia herida, como una fiera que ha sido mortalmente tocada, pero que trata de llevarse consigo lo más que pueda", dijo el sábado el ministro coordinador de Seguridad Externa e Interna, Fernando Bustamante.
Durante su participación en un programa radiofónico, en sustitación del presidente Rafael Correa (de gira por Asia), el funcionario aseguró que se vive "el crepúsculo de un orden político" previo a la instalación de una Asamblea Constituyente que cesaría al Parlamento en sus funciones. "La Asamblea Constituyente y el Gobierno seguirán el curso que han trazado y van a hacer lo que tienen que hacer", señaló.
Correa, en el poder desde enero, ha reiterado que el Congreso "debe irse a su casa" una vez que entre en funcionamiento la Asamblea, en la que el movimiento gobiernista Acuerdo País tiene la mayoría con al menos 72 de los 130 curules.
El legislativo derogó el jueves 12 decretos que declararon en estado de emergencia nueve áreas como salud, educación, agricultura, sistema penitenciario, electricidad, entre otras, con el fin de obtener recursos evitando trámites burocráticos. "Las emergencias van a seguir adelante. El gobierno tiene las herramientas legales, morales y jurídicas" para hacerlo, afirmó Bustamante.
Bustamente advirtió que el Congreso busca "provocar" al gobierno para generar una reacción y acusarlo de actuar inconstitucionalmente y demandarlo ante organismos internacionales. "No les vamos a dar gusto", agregó sin dar más detalles.
Además, el vicepresidente, Lenin Moreno, dijo durante el programa que le causa "extrañeza" la decisión de los legisladores a los que responsabilizó por la situación en la que ha estado por décadas el país.