Unos 120 representantes de 50 ciudades analizan en Sevilla la gestión del patrimonio histórico como elemento de "desarrollo" e "identidad"
SEVILLA, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
Este lunes ha arrancado en Sevilla la IV edición del Foro de Ciudades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con la participación de unas 120 personas en representación de 50 municipios de Iberoamérica, el Caribe y España, al objeto de debatir la gestión del patrimonio histórico como "motor" de desarrollo y factor de "fortalecimiento de la identidad cultural" y de las "singularidades" ante el fenómeno de la globalización.
Esta reunión del Foro de Ciudades del Banco Interamericano de Desarrollo, celebrada con el lema 'Patrimonio vivo', se prolongará hasta el miércoles y su inauguración ha contado con intervenciones del representante en Europa del grupo de países del BID, Ignacio Corlazzoli; la secretaría de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa de España y gobernadora alterna de España en la citada institución interamericana, Ana de la Cueva Fernández; y el alcalde hispalense, Juan Espadas.
Ignacio Corlazzoli ha invocado el lema de 'Patrimonio vivo' bajo el cual se celebra este cónclave, recordando que Iberoamérica y el Caribe cuentan con 138 sitios o enclaves declarados como Patrimonio Mundial y más de 600 centros históricos, todo un legado cultural que no obstante afronta los "efectos perversos de la globalización" a cuenta de procesos de transformación urbana y social que pueden derivar en la "pérdida de identidad".
Por eso, ha defendido el patrimonio histórico como "factor catalizador" para "fortalecer la identidad cultural", lo que le ha llevado a señalar el papel de los monumentos y lugares históricos en modelos turísticos basados en el "desarrollo sostenible" y como elementos inspiradores de "industrias creativas". "Van a ser unas jornadas de intercambio de proyectos y experiencias. Hemos venido a aprender del modelo de Sevilla y también a desarrollar proyectos conjuntos que permitan que el patrimonio vivo sea un factor generador de riqueza e inclusión", ha enfatizado.
EL PATRIMONIO COMO FACTOR DE "COHESIÓN SOCIAL"
Ana de la Cueva, de su lado, ha manifestado que la "correcta gestión" del patrimonio histórico constituye un "motor de crecimiento", "oportunidades de desarrollo" y elementos gracias a los cuales garantizar que los ciudadanos "se apropien" de sus municipios. En ese sentido, ha llamado a "potenciar las singularidades" de cada lugar como factor para el desarrollo turístico y como elemento de "cohesión social".
De tal manera, ha apoyado "la puesta en valor de los bienes patrimoniales, materiales o inmateriales con el objetivo de que los ciudadanos se apropien de sus ciudades, especialmente de los centros y barrios históricos, recuperando sus raíces y su cultura y generando oportunidades de desarrollo económico".
Y es que frente a los retos que plantean la globalización y el crecimiento de la industria turística, el desarrollo "sostenible" de dicha actividad es a su juicio una fuente de "beneficios". Ana de la Cueva, en ese sentido, ha expuesto que para conseguir un "desarrollo sostenible" del turismo es necesario que las instituciones promuevan "buenas prácticas" en el sector y la "colaboración" con el sector privado, lo que le ha llevado a destacar el papel del Foro Interamericano de Desarrollo como espacio "generador de conocimientos" e intercambio de experiencias para los representantes y gobernantes.
Juan Espadas, por su parte, ha expuesto que este encuentro refuerza el "posicionamiento nacional e internacional" de Sevilla y ha desgranado las políticas y estrategias desplegadas por el Ayuntamiento hispalense en materia de patrimonio histórico y turismo.
EL PATRIMONIO HISTÓRICO DE SEVILLA
Así, ha defendido la idea de retomar los planes de ampliación de la declaración de Patrimonio Mundial de la que gozan desde 1987 el Real Alcázar, el Archivo de Indias y la Catedral; ha detallado además proyectos en marcha como la creación de un centro de industrias culturales en la antigua Fábrica de Artillería, la rehabilitación de las Atarazanas como nuevo espacio cultural o la restauración de las murallas de la Macarena; ha rememorado instrumentos como el catálogo de arquitectura regionalista o el plan director del patrimonio municipal y ha apostado por una "alianza estratégica público privada" respecto al tratamiento del patrimonio histórico de propiedad privada.
Además, ha vuelto a apostar "claramente" por la implantación de una tasa turística en Sevilla, para lo cual será necesario modificar la Ley de Haciendas Locales, al objeto de cosechar fondos con los que conservar y mejorar el rico patrimonio histórico que atesora Sevilla.
Y es que según Espadas, es necesario reforzar la gestión del patrimonio histórico como para "fortalecer la identidad" cultural de las ciudades y promover "oportunidades de desarrollo" para la población local. Al respecto, y ante el crecimiento del turismo en las ciudades, Espadas ha apostado por un "equilibrio de usos" comerciales, residenciales y turísticos en los cascos históricos, para que los mismos no sean meros "parques temáticos, sino zonas vividas que mantengan su identidad".