Publicado 26/12/2013 13:57

ACTUALIZA 1-Primer ministro de Japón visita santuario Yasukuni, genera molestia en China y Corea del Sur

(Actualiza con citas de canciller chino, detalles)

Por Antoni Slodkowski y Linda Sieg

TOKIO, 26 dic, 26 Dic. (Reuters/EP) -

- El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, visitó el jueves un templo visto por críticos como un símbolo del militarismo de Tokio, lo que enfureció a China y Corea del Sur y generó preocupación en Estados Unidos sobre las deterioradas relaciones entre los vecinos del norte de Asia.

China y Corea del Sur han expresado en repetidas ocasiones su molestia ante las visitas de los políticos japoneses al santuario Yasukuni, donde los líderes japoneses condenados como criminales de guerra por un tribunal aliado después de la Segunda Guerra Mundial son honrados junto a los muertos en las distintas guerras que ha luchado Japón.

Ambos países han estado especialmente sensibles sobre las visitas al santuario y Abe es el primer líder en funciones que rinde homenaje en Yasukuni en los últimos siete años.

Las relaciones comerciales entre China y Japón, la segunda y tercera economías más grandes del mundo, habían mejorado después de un retroceso desatado por una disputa el año pasado sobre unas diminutas islas del Mar de China Oriental, controladas por Japón, pero reclamadas también por China.

Sin embargo, han crecido las preocupaciones de que un incidente no intencionado entre aviones japoneses y chinos que merodean las islas disputadas pueda llevar a un choque militar.

Abe, un conservador que asumió su segundo mandato hace exactamente un año, dijo que no quería herir los sentimientos de los países vecinos.

"Hay críticas basadas en la idea errónea de que se trata de un acto de veneración a criminales de guerra, pero visité el santuario Yasukuni para reportarle a las almas de los muertos en las guerras sobre los avances realizados este año y para transmitir mi determinación de que la gente nunca más sufra los horrores de la guerra", dijo Abe a la prensa luego de la visita.

La televisión transmitió imágenes en vivo de su caravana de vehículos avanzando hacia el santuario, construido en 1896 por el emperador Meiji para consagrar a los muertos en las guerras, orar por la paz eterna en Japón y "promover las relaciones amistosas con la gente del resto del mundo".

El jueves, Abe hizo una reverencia en el santuario antes de seguir a un sacerdote sintoísta a un recinto interior.

Haciendo hincapié en que era natural que el líder de la nación presente sus respetos a los que murieron por el país, Abe dijo: "No tengo ninguna intención de herir los sentimientos del pueblo chino o coreano".

Y añadió que compartía la visión de anteriores líderes de Japón de que las relaciones con China y Corea del Sur eran importantes y que su país quería afianzarlas.

Las relaciones de Tokio con Pekín y Seúl ya están tensas por las disputas territoriales derivadas de la ocupación japonesa en tiempos de guerra de grandes partes de China y su colonización entre 1910 y 1945 de la península coreana.

El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, dijo que la acción de Abe había empujado a Japón en una dirección "extremadamente peligrosa".

"Japón debe cargar con toda la responsabilidad por las serias consecuencias políticas", dijo la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores citando a Wang dirigiéndose al embajador japonés en China, quien fue citado al ministerio.