Actualizado 11/04/2014 11:12

Adolescentes asesinos ¿Qué pasa por sus mentes?

Adolescentes asesinos
Foto: YOUTUBE/ARCHIVO

NUEVA YORK, 11 Abr. (Notimérica/EP) -

   Es el último caso de violencia en una escuela, pero desgraciadamente, no será el último. Alex Hribal, estudiante de 16 años, hirió la mañana de este pasado míercoles a 22 personas en el instituto Franklin Regional de Murrysville (Pensilvania).

   Faltaban unos minutos para el inicio de las clases y los pasillos estaban llenos de alumnos. Uno de ellos observó a un compañero, al que tenía por un joven tranquilo, cuando se abalanzaba contra un estudiante de primer año. Pensó que se trataba de una pelea y acudió a separarlos. Entonces vio que el atacante tenía un cuchillo que había clavado en el abdómen de la víctima y con el que también le hirió en la cara a él.

   A partir de ahí, y armado con dos cuchillos de cocina, Alex Hribal fue atacando al resto de personas mientras caminaba, antes de ser interceptado por dos guardias del centro y uno de los responsables administrativos, un director adjunto que consiguió derribarlo e inmovilizarlo.

   Antes de ser detenido, el joven consiguió herir a 21 estudiantes y a un guardia de seguridad. La tragedia pudo ser aún mayor.

   ¿Qué pasó por la mente de Alex Hribal cuando se lió a cuchilladas con sus compañeros de instituto?. Tal vez la respuesta nunca la conozcamos, y es que, según un estudio de Miller y Looney publicado hace años en el 'American Journal of Psychoanalisis' (The prediction of adolescent homicide: episodic dyscontrol and dehumanization), no existe un perfil de persona que se convierte en atacante de escuelas.

   Entre los 41 jóvenes estudiados, todos ellos de entre 11 y 21 años, había ricos y pobres, y de todos los grupos raciales, aunque las tres cuartas partes eran blancos. Los había con familias rotas y con familias intactas, con buenas y malas notas. Había algunos que se sentían aislados, pero también otros que tenían muchos amigos.

   Pese a esta disparidad de aspectos, los investigadores encontraron unos patrones de comportamiento, después de entrevistar a 10 supervivientes de sus propios ataques.

   En primer lugar que, en contra de la creencia tal vez más generalizada, estos ataques suelen ser premeditados. Más de la mitad pensó en el tiroteo durante por lo menos dos semanas antes de perpetrarlo. En el caso de la masacre de Columbine, por ejemplo, lo prepararon durante un año. A muy pocos se les ocurrió el plan el mismo día.

   Otras conclusiones del estudio apuntan a que muchos de los atacantes sufrieron acoso escolar o fueron amenazados, y más de la mitad tenían deseos de venganza por este motivo; o que en las tres cuartas partes de los casos, el atacante tenía dificultad en sobrellevar un cambio importante en su vida, en una relación personal o en la pérdida de status (humillación pública, fallo personal,...).

   El Centro para el Estudio y Prevención de la Violencia de la Universidad de Colorado añade como factor de riesgo el género masculino, pero no parecen influir mucho otros factores como sacar malas notas, llevarse mal con los padres, tener tendencia a la soledad o ver muchos programas violentos en televisión.

"ESCUCHO A METALLICA"

   En una encuesta nacional que realizó por Internet la doctora Helen Smith, la respuesta de un chico de 18 años de Nueva York a la pregunta
'¿qué haces cuando te sientes mal?' fue "escuchar Metallica porque me gusta el enfado que transmen las letras". "Disfruto escuchando y leyendo cosas que hablan de la destrucción del orden social" (...) "Dada la actual estructura social en las escuelas americanas, la violencia y el terrorismo por la juventud es inevitable".

   La doctora Smith critica a los especialistas que culpan a la televisión, los videojuegos, la enfermedad mental, o a algunos grupos de rock con canciones que hablan de matanzas en las escuelas. Según Smith, esos expertos no están escuchando a los niños. Los adultos, en general, no les prestan mucha atención a los pequeños, sostiene.

   Esta especialista cree que la violencia se inicia después de muchas situaciones estresantes y pensamientos distorsionados, resultado de cómo el niño percibe el mundo a su alrededor. Es algo así, dice Smith, como el cáncer. Los investigadores han descubierto que las células se vuelven cancerosas después de una serie de fallos en la cadena de mecanismos de defensa.

   "La violencia en los niños es como un proceso complejo que se va construyendo a lo largo del tiempo. Algunos de estos niños, que parecen completamente normales, puede que no se sientan normales, ni bien, y estén tratando de adaptarse, ser aceptados o defenderse del acoso de sus compañeros o sus familiares", señala.

COLUMBINE

   La historia de adolescentes estadounidenses que recurren al asesinato indiscriminado en sus centros de estudio tiene, por degracia, muchos ejemplos que contar.

   Entre ellos está la masacre de Columbine, ocurrida el 20 de abril de 1999, cuando dos adolecentes: Eric Harris y Dylan Klebold, mataron a 13 personas mientras tiroteaban a todo aquel que huía despavorido.

   Esta matanza tuvo un gran impacto en la sociedad ya que los medios de comunicación transmitieron casi en directo el suceso, que reabrió un debate político sobre la posesión de armas.

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   Si la de Columbine es una de las más recordada, la más sangrienta tuvo lugar el 16 de abril de 2007, cuando el estudiante surcoreano Cho Seung Hui mató a 32 estudiantes y profesores en la Universidad Politécnica de Virginia y luego se suicidó.

   Y en la historia más reciente (diciembre de 2013), la del joven de 20 años Adam Lanza, quien abrió fuego de manera indiscriminada en el colegio de primaria de Sandy Hook, en Newtown (Connecticut), acabando con la vida de 20 niños menores de seis años y seis profesores, tras lo cual se suicidó. Horas antes, Lanza había matado de varios tiros a su propia madre.

OTRAS MATANZAS

   2002: Un alumno expulsado en Grundy, Virginia, mata a tiros al director del colegio, a un profesor y a un estudiante, y causa heridas a otras tres personas. Ese mismo año, en Tucson, Arizona, un estudiante enojado por su fracaso en los exámenes mata a tres personas, dos de ellas profesores, antes de quitarse la vida.

   2005: En una reserva indígena en Red Lake, Minnesota, un adolescente mata a su abuelo y a la abuela de su novia. Después se dirigió al liceo donde acabó con la vida de otras siete personas, cinco de ellas, alumnos.

   2008: Un joven regresa a su antiguo campus en Dekalb, Michigan, y mata a tiros a cinco personas antes de suicidarse.

   2012: Un joven de 17 años dispara contra cinco de sus compañeros en una escuela de Chardon, Ohio, dejando tres muertos.