Actualizado 31/03/2014 13:13

Descubren una carta de una superviviente del Titanic

Titanic
Foto: WIKIPEDIA

NUEVA YORK, 31 Mar. (Notimérica/EP) -

   A 102 años de la tragedia, varios medios afirman haber encontrado una carta escrita por una francesa en donde relata las dramáticas escenas de los pasajeros al tratar de salvar sus vidas en el naufragio más famoso de la historia, el hundimiento del Titanic.

   Rose Amelie Icard fue una de las pasajeras del Titanic que consiguió sobrevivir a la tragedia ocurrida el 14 de abril de 1912 durante su viaje inicial de Southampton (Inglaterra) a Nueva York (EE.UU).

   La carta fue escrita 43 años después del desastre (el 8 de agosto de 1955) y, supuestamente, estaba dirigida a la hija de otra de las supervivientes, aunque no ha sido posible averiguar el nombre de la destinataria porque está poco visible, según indica el diario británico 'The Telegraph'.

   La carta ha sido descubierta después de que un usuario de la comunidad en línea Reddit publicara una serie de fotografías de la misiva, con el fin de que alguien le ayudara a traducirlas del francés.

   Aunque todavía no se ha verificado la autenticidad de la carta, el relato cuenta las "escenas inolvidables de horror mezclado con el heroísmo sublime" de esta tragedia. "A veces, 43 años después de la tragedia, todavía sueño con ello", comenta la mujer en el escrito.

   Al parecer, Rose Amelie Icard viajaba en el buque como una empleada de Martha Stone, viuda del presidente de la compañía telefónica canadiense Bell Cie.

   Entre otras anécdotas, Icard, fallecida en 1964, cuenta cómo intentó volver a la habitación para recuperar las joyas de la señora Stone, pero se confundió de escalera y, gracias a ello, se salvó.

   También relata los terribles episodios en los que varias parejas o padres e hijos tuvieron que separarse porque no cabían en los botes salvavidas, según publica 'La Tercera'.

   Sobre lo ocurrido el día después de la tragedia, la superviviente relata lo siguiente: "Después de aquella noche de terror, con la primera luz del día, y antes de la llegada del Carpathia, nuestro bote y algunos otros se fueron de nuevo a la escena de la tragedia. Las aguas estaban en calma, y nada podría sugerir que el gigante del mar se había dado vuelta allí. En frente de nosotros, dos catedrales de hielo ofrecen un espectáculo de rara belleza".