Actualizado 23/02/2014 14:40

Cadena perpetua a una mujer por la muerte de seis miembros de la familia

NUEVA YORK, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Una mujer de 31 años de edad ha sido condenada por su papel en el asesinato de seis miembros de la familia de un testigo federal, entre ellos cuatro niños, ocurrido el 9 de octubre de 2004 en Filadelfia.

   Se trata de uno de los casos más notorios de represalias contra un testigo ocurrido en esa ciudad norteamericana, en la que fue asesinada la familia de Eugene Coleman, un socio del traficante Kaboni Savage, contra quien iba a testificar.

   En represalia, Savage ordenó la muerte de la familia de Coleman, que pereció cuando su casa fue atacada con bombas incendiarias el 9 de octubre de 2004. Las víctimas fueron Marcella Coleman, de 54 años; un pequeño hijo de Coleman de 15 meses de edad; una sobrina de Marcella Coleman, Tameka Nash, de 34 años, su hija, Khadjah Nash, de 10; un nieto de Marcella Coleman de 12, y un amigo de la familia, Sean Rodríguez, de 15 años.

   La condenada, Kidada Savage, es la hermana de Kaboni Savage, quien ordenó el bombardeo y que fue condenado a muerte por 12 cargos de asesinato.

   Kidada fue acusada el 13 de mayo de 2013 por seis cargos de asesinato y por promover la delincuencia organizada, todos ellos relacionados con el bombardeo de la casa de la familia de Eugene Coleman.

   Ella y su hermano también fueron acusados de conspiración para cometer asesinato, tomar represalias contra un testigo, y el uso del fuego para cometer un delito grave.

   Según la resolución consultada por Europa Press/Notimérica, Kidada actuaba como intermediaria entre su hermano, que se encontraba bajo custodia federal en espera de un juicio de drogas, y Lamont Lewis, que cometió el ataque con bombas incendiarias.

   Lewis se declaró culpable y está en espera de sentencia. Robert Merritt y Steven Northington también fueron declarados culpables en el caso.   Northington fue sentenciado a cadena perpetua y Merritt está a la espera de sentencia.