Actualizado 26/05/2014 20:10

John Wayne, el vaquero de la gran pantalla

John wayne
Foto: YOUTUBE

NUEVA YORK, 26 May. (Notimérica/EP) -

   El hombre que poblaba tranquilo las pantallas de los cines de medio mundo, cuando este partía entre el blanco, el negro y la policromía, John Wayne, nació con el nombre de Marion. Esto fue en 1907. Wayne cumple años hoy sin nosotros. Se fue en 1979.

   El tipo que acabó disparando a Liberty Valance, empezó siendo un deportista universitario. Era un muchacho alto y fuerte y su carrera en el fútbol y los estudios terminaron por una lesión que le arrebató la beca.

   Por suerte, en ese tiempo trabajaba cerca de los rodajes de 'western' y consiguió un trabajo temporal que le acercó a John Ford. Se hicieron amigos. Sin embargo, no fue este quien le descubrió como actor.

   Marion Morrison, su verdadero nombre, apareció como extra en varias películas aunque no en los créditos de muchas. El director que le dio el protagonismo y le descubrió como John Wayne por el general de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, Anthony Wayne, fue Raoul Walsh.

   La primera ocasión en la que Marion tenía un papel protagonista fue la obra del director 'La gran jornada' ('The big trail'). Fue un 'western' y además un fracaso de taquilla.

   Rodó gran cantidad de mediometrajes, todos ellos en el contexto de los vaqueros, y fue cimentando su figura como un icono del cine del  oeste. Y su confirmación llegó. 'La diligencia' en 1939 dejó la firma de Wayne como el antihéroe más reconocible del celuloide. Era su primera colaboración con Ford.

   En total hicieron juntos 20 películas. 'Río Rojo' ('Red river'),  'Centauros del desierto' ('The searchers'), 'El hombre tranquilo' ('The quiet man')'El hombre que mató a Liberty Valance' ('The man who shot Liberty Valance'), son algunas de las más famosas. Wayne sería uno de los actores que cuenta con más títulos en su trabajo.

   En 1969 le dieron el Oscar por su papel en 'True Grit'('Valor de ley'), un film notable pero sin gran trascendencia. Era el reconocimiento a toda una carrera. A los 72 años le dijimos adiós. Se marchaba sereno y serio. Recordamos sus batallas.